Albarari: conociendo Galicia en una burbuja
A pesar de haber estado en los 5 continentes, haber dado la vuelta al mundo y repetir en numerosas ocasiones países que están a miles de kilómetros de mi casa, nunca había estado en Galicia y cada vez que lo comentaba, me decían: «Eso es un pecado». Este 2021 era el momento de redimirme.
Tras unos viajes por África y Oriente Medio durante la pandemia, y ante la imposibilidad de visitar mi querido sudeste asiático, me veía con muchas ganas de volver a mis lugares preferidos de España. Pero en esta ocasión fui fuerte ante la tentación y confié en las meigas para resolver mi pecado gallego.
Galicia es naturaleza, sabor y buena gente
Decidido, Galicia iba a ser mi destino y, además, con un toque totalmente diferente a lo que conocía hasta ahora, pues he dormido al raso en medio de la jungla, en agujeros inmundos, en habitaciones con 49 personas más, en trenes con barrotes, en cabañas de paja frente a playas paradisíacas y en hoteles de 5 estrellas, pero nunca había dormido en una burbuja. Y me llamaba mucho la atención.
Además, el hombre del tiempo confirmaba una semana muy agradable, justo lo que estaba buscando para poder descansar en un jardín o en una playa tomando un poquito el sol con el fin de llegar a la operación bikini con, al menos, buen color.
Una vez elegido mi alojamiento en las Burbujas Albarari, tenía que decidirme por cuál de sus dos localizaciones conocer: o bien frente a Coruña, a las afueras de un pequeño pueblo junto al mar, o bien en Sanxenxo, en medio de los tranquilos viñedos de las Rías Baixas. Ambas opciones me parecían fantásticas pues me ofrecían descanso e intimidad en medio de la naturaleza, así que me decanté por dormir un día en A Coruña y otro en Sanxenxo, ¿para qué complicarme la vida?
Al llegar a la burbuja encontrarás una escena muy romántica.
¿Cómo son las burbujas de Albarari?
Reconozco que me llamaba mucho la atención la idea de dormir dentro de una estructura en forma de burbuja o de cápsula espacial. Ya me veía explorando Marte teniendo de base una burbuja de este tipo pero a lo grande: con una bañera de diseño, aire acondicionado y calefacción, una preciosa y cómoda cama en la que relajarme con las estrellas que hacen de techo, una pequeña nevera repleta de detalles para combatir la sed y el hambre… en fin, dormir en un sitio especial, diferente y con todo tipo de lujos que se uniesen a un emplazamiento espectacular.
Esto son las burbujas de Albarari, una experiencia inolvidable para todos los sentidos. Las vistas del mar, el campo y el firmamento; el olor de la tierra y las plantas; el sabor de una deliciosa cena; el sonido del silencio y el tacto de la persona que te acompaña en este acontecimiento.
En tu jardín privado puedes montarte tu propio picnic de película.
Albarari burbujas Coruña: Vistas al mar y una cala secreta
El primer día lo pasé en las burbujas de A Coruña, concretamente en las afueras de Breixo y a unos pasos de la escondida y secreta cala de la Praia das Margaritas. Fue aquí donde me di -y superé sin ningún problema- mi primer baño en Galicia.
Una cala maravillosa de fácil acceso.
A unos metros de la burbuja existe una bonita cala de agua azul turquesa protegida del oleaje por unas rocas que forman una especie de piscina natural que invita a la relajación máxima, pues es tal la calma y la sensación de paz, que lo mejor es dejarse fluir como si tu cuerpo formase parte del suave vaivén de la marea. La zona también ofrece increíbles paseos por los acantilados frente a la torre de Hércules y los Faros de Mera, lugares perfectos para ver una espectacular puesta de sol con el topoderoso océano bajo tus pies, donde, si eres aficionado a la fotografía y tienes paciencia, podrás sacar unos efectistas paisajes con colores que van cambiando según llega el fin del día.
Trípode, filtros y disfruta del espectáculo.
Había dejado ya mi mochila, colocado la ropa dentro de la burbuja (en la parte posterior de la cama se encuentran muy hábilmente ocultados el baño y el armario) y me disponía a leer un rato en las tumbonas antes de que me trajesen la cena. Podría haber ido a cenar a cualquier sitio típico de la comarca, o incluso haberme traído yo mismo la cena, pero el menú que ofrecen me pareció estupendo. Una mezcla de productos y platos de la zona con el toque justo de vanguardia que acompañaba perfectamente al significado de Albarari. Además, ya hubiese sido en el jardín privado de mi burbuja o dentro de esta, el romanticismo que se respira en las Burbujas Albarari invita a disfrutar in situ de los detalles y las soluciones que aporta este inimitable espacio.
Además del placer de estar en medio de la naturaleza, es aconsejable sacar algo de tiempo para conocer Galicia de manera diferente. La mejor opción es contar con alguna empresa local como Galicia Cantidade la cual ofrece diferentes opciones y actividades como rutas en kayak o en bici, paddle surf y snorkeling o descubrir desde dentro cómo es el marisqueo y el funcionamiento de una bodega de albariño.
La cena te la dejan convenientemente colocada en un gran recipiente que conserva el calor a la entrada de tu jardín. Recetas espectaculares de gambas, zamburiñas, merluza, y solomillo de cerdo acompañado de pan gallego, y la dosis de chocolate y azúcar justa en los postres para combinar con el fresco y sabroso vino de sus bodegas. Simplemente elige si quieres cenar fuera o dentro de la burbuja en compañía de tu pareja y del brillo de tenues luces que convierten la cena en una inolvidable romántica noche en París.
Burbujas Albarari Sanxenxo: paz entre viñedos
Amanecí después de un excelente sueño bajo las estrellas gracias a uno de los mejores colchones que he probado en mi vida -de hecho, en la burbuja te dicen la marca del colchón que usan y en este caso dormí sobre el modelo Osiris de Terxy, empresa gallega que fabrica colchones naturales y artesanales- para que así sepas dónde comprarlo. Me parece una gran idea.
Al salir de la burbuja me encontré el desayuno en la puerta y gracias al zumo natural, al delicioso café y al resto de alimentos que te sirven, me encaminé felizmente a vivir una nueva experiencia, esta vez en las Rías Baixas.
Un rápido vistazo a las Burbujas Albarari
En este corto vídeo puedes hacerte una ligera idea de lo que te espera en Albarari: algo único.
Las Burbujas Albarari Sanxenxo se encuentran situadas en medio de unos viñedos cuyas uvas de la variedad albariño son usadas para elaborar artesanalmente el vino de la casa: Peón & Rei, de la bodega Adega Buezas. Es muy placentero estar tumbado en tu jardín/viñedo particular, sabiendo que las uvas que cuelgan se transformarán algún día en un vino albariño que respeta las tradiciones de cinco generaciones en el complicado fin de meter Galicia dentro de una botella. Y vaya que lo consiguen.
Los nombres de las burbujas son constelaciones, y no es un simple ejercicio de publicidad, es que desde las Burbujas Albarari se puede disfrutar de uno de los cielos más idóneos para la observación de las estrellas de toda España. El sello de calidad Starlight que tiene Albarari -el primero en Galicia- convierte sus instalaciones en verdaderos observatorios astronómicos. Este sello internacional garantiza que -si las nubes lo permiten- podrás observar un cielo plagado de estrellas a simple vista, o mejor aún, con el telescopio que hay en cada burbuja junto con una carta astronómica con los que encontrar tu estrella de la fortuna.
Y así pasan los minutos y las horas en las Burbujas Albarari, de manera rápida pero parándose en cada momento especial. Es como vivir un sueño despierto con la mejor compañía en el mejor lugar, un lugar que redimió mi pecado gallego, pues sentí haber pasado dos noches sobre una suave nube en el cielo.
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