¿Viajas? Ibéricos Montellano te acompaña desde Salamanca

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Ibéricos Montellano es una empresa totalmente familiar dirigida por la familia Curto Hernández, con la madre y sus dos hijos a cargo de los diferentes aspectos de la empresa, desde la gerencia global al departamento de Calidad.

Su pasión y conocimiento viene de las generaciones anteriores, dedicadas al mismo negocio desde el comienzo del siglo pasado. Fundada en 1989 por Carmen Hernández, tercera generación de fabricantes de productos ibéricos de Guijuelo, y su marido Manuel Curto, la empresa está situada en Mozárbez, entre Salamanca y Guijuelo, una de las zonas por excelencia de productos ibéricos.

Su máxima es calidad, calidad y calidad, aunque esto suponga tener menos producto a la venta, pues su proceso depende de factores externos que no se pueden controlar mecánicamente, como el clima o el estado de los campos donde crecen libremente los marranos. Una empresa familiar y artesanal donde todos los trabajadores se sienten parte del producto que venden.

Viajamos a una dehesa espectacular de encinas y libertad

Montellano cuenta con su propia “dehesa”, el tradicional bosque mediterráneo lleno de encinas, donde los cerdos pastan libremente durante el año, disfrutando de un ambiente perfecto y calmado, rico en pastos, flores, raíces y setas. A diferencia de otras empresas de jamones, los cerdos que pasean, comen y descansan en la dehesa de Ibéricos Montellano no se acercan al visitante, le rehúyen. Y esto ocurre porque están criados en total libertad y comen lo que les da la dehesa, nadie se acerca a darle pienso, todo depende del campo.

En invierno, cuando los frutos de las encinas maduran y caen naturalmente al suelo, los animales obtienen la mayor parte de su dieta de estas bellotas, ricas en ácidos grasos no saturados, que nos brindan la carne más exquisita. Aparte de su propia finca, Ibéricos Montellano trabaja con ganaderos de total confianza, con relaciones de largo plazo, para asegurar los cerdos de la máxima calidad que serán usados en su producción.

Este es uno de los elementos claves de su éxito, para el que, además, todos los años se visitan las dehesas con el fin de asegurar la calidad del pasto y bellotas, comprobando que su cantidad es suficiente para una dieta equilibrada. De la misma manera, la dehesa mantendrá un mayor o menor número de animales dependiendo de las condiciones climáticas de cada año para garantizar la alimentación adecuada de cada ejemplar de cerdo ibérico.

Artesanía en Ibéricos para llevártelos donde quieras

Ibéricos Montellano utiliza métodos artesanales en el secado de sus jamones. Cada día abren y cierran las persianas, el salado es manual (con un punto de sal muy bajo) y los jamones se dan la vuelta todos los días y se cuelgan en cuerdas para que tengan su propio espacio.

Para su perfecta curación, los jamones se cambian constantemente de salas, untan la manteca manualmente al jamón y se repasa uno por uno.  Al igual que el jamón, para los lomos su elaboración también es manual. Se atan a mano y el tiempo de curación es mayor que otras empresas.

Según comenta Carmen Curto, “es un trabajo muy sacrificado, cualquier cambio de temperatura o de clima hace que tengan que abrir o cerrar ventanas, al tener secaderos naturales. Hay que estar pendientes de si llueve, si hace calor o de la humedad. La humedad y la temperatura son requisitos indispensables a la hora de curar los jamones y el embutido y hay que estar pendientes a diario”.

El sector de embutido, como tantos otros sectores, tiende a industrializar y automatizar los procesos de producción con el objetivo de reducir costes y aumentar beneficios, pero repercutiendo a la baja en calidad. En Montellano, siguen trabajando con una forma de producción artesanal heredada de sus antepasados y solo la han ajustado a las nuevas tecnologías para ofrecer un 100% de seguridad alimentaria.

Por todo esto, Ibéricos Montellano ha ganado muchos premios tanto nacionales como internacionales que otorgan un sello de garantía para los posibles nuevos clientes. “Nosotros y nuestros clientes estamos seguros y convencidos de la calidad de todo lo que hacemos, cada premio es un reconocimiento añadido para quien aún no haya probado nuestros productos, una garantía que puede llevarle a decidirse y a hacerlo disfrutar”.

Sacar un embutido Montellano es hacer amigos sin importar el idioma

Dentro de sus productos, uno de los que más podemos sentirnos orgullosos alrededor del planeta, y que siempre que se abre uno de sus paquetes envasados al vacío genera jolgorio y satisfacción al que lo prueba, es el Jamón de bellota ibérico «El Elegido».

No hay mejor manera de conocer gente e intercambiar opiniones, descubrir su forma de vida o simplemente disfrutar de un momento único, que compartir unas finas lonchas de «El Elegido».

Se trata de un jamón con una textura suave, que se derrite en la boca por su alto contenido en ácidos grasos no saturados (oleico, linoleico…) y de una curación larga, lenta y en secaderos naturales para que mantenga la jugosidad y aporte todos los matices a frutos secos de su alimentación.

Para conseguir esta altísima calidad hay que trabajar mucho el proceso de selección de los cerdos. En Ibéricos Montellano saben que para obtener el máximo en sus productos hay que ser muy exigentes con los proveedores, para así comprar la mejor materia prima.  Como dice Manuel Curto “es un jamón que, más que gustar, hace feliz a quien lo come”.

España es el principal mercado para Ibéricos Montellano y para el producto ibérico en general, pero hay más de 20 países que aprecian la calidad de estos productos, por eso, en Ibéricos Montellano se abren a nuevos mercados “pero con crecimientos tranquilos, que nos permitan mantener la calidad en todo lo que hacemos”.

Además de jamón ibérico de bellota, también elaboran toda la gama tradicional de productos ibéricos curados: lomos, chorizo y salchichón, morcón, lomito… Son unos productos reconocidos tanto dentro como fuera de España, y lo demuestra los múltiples premios que han cosechado a lo largo de los años, entre ellos, varias medallas de oro y plata otorgadas por la Asociación de Charcuteros Alemanes. Te podemos confirmar que donde va, triunfa.

Premios por todo el mundo

El concurso internacional GREAT TASTE AWARDS, que celebró su decimonovena edición en 2023, es el mayor y más prestigioso sistema de acreditación de alimentos para los elaboradores artesanos que desean distribuir sus productos en comercios independientes del Reino Unido.

“Un brillante ejemplo de jamón ibérico” así han definido los catadores de estos premios al jamón ibérico 50% bellota de Ibéricos Montellano, al que le han otorgado tres estrellas por su “cremosidad, su dulzura natural y por ser uno de los ejemplos mejor equilibrados de ibérico de bellota. Absolutamente delicioso”.

Además, en años anteriores, Ibéricos Montellano recibió en 2.018 el premio Tenedor de Oro en Londres al Mejor Jamón Ibérico de Bellota, uno de los premios más prestigiosos y difíciles de conseguir. En el año 2021, obtuvieron la máxima calificación en Superior Taste Award ITQI de Bruselas.

El Elegido jamón ibérico 50% bellota de Ibéricos Montellano procede de los cerdos que pastan en las dehesas que la familia selecciona en Andalucía y Salamanca. Carmen Hernández, directora de calidad, confirma que “para hacer un producto único hay que escoger la materia prima adecuada, con controles de calidad tanto en el campo como en fábrica”.

Además de este premio, Ibéricos Montellano es la única marca que ha conseguido 2 estrellas para su jamón de cebo de campo 50% raza ibérica. “Nosotros sólo sabemos y podemos fabricar de este modo, y así continuaremos haciéndolo. Empezamos la empresa hace más 30 años y teníamos la experiencia de tres generaciones. Ahora somos la 4 generación elaborando jamones”. Sabor, cariño, familia y amigos. El sabor de la tierra en cualquier parte del mundo.

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