Qué ver en Aix en Provence

Fontaine d’Albertas, situada en la Plaza d’Albertas.

Qué ver en Aix-en-Provence más allá de Cézanne

Situada en el corazón de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Aix-en-Provence se presenta como una ciudad llena de historia, cultura y belleza arquitectónica rodeados de una animada vida social en sus cafeterías, bares y restaurantes que no debes dejar de disfrutar. Fundada en el año 123 a.C. por los romanos, Aix en Provence ha sabido preservar su esencia a través de los siglos, convirtiéndose en un referente del encanto provenzal. Uno de sus mayores atractivos es la figura del pintor Paul Cézanne, cuya vida se puede descubrir en la ciudad a través de diferentes eventos y lugares. En esta ocasión, queremos descubrirte otros lugares, además de las genialidades del magistral pintor, a tu pregunta de qué ver en Aix-en-Provence.

Israel Gutier

Fotografías realizadas por Israel Gutier con Nikon Z 6III

Con el nombre de Aquae Sextiae, debido a su emplazamiento en una zona de aguas termales, Aix-en-Provence fue fundada por el cónsul romano Sextius Calvinus. Desde entonces, la ciudad ha sido testigo de numerosas transformaciones que han dejado una huella imborrable en su patrimonio y que agradece la visita del viajero con una oferta turística muy amplia y atractiva.

Conocida como «la ciudad de las mil fuentes» (aunque en realidad este número es notablemente inferior), sus animadas calles son una perfecta muestra de la armonía entre historia y modernidad. Museos conectados por un servicio muy eficiente de mini autobuses que recorren el centro, edificios históricos que albergan restaurantes con platos «retrovanguardistas», restos de muralla que dan cobijo a un fabuloso espacio wellness o iglesias centenarias con muestras de arte moderno entre sus pilares, la ciudad disfruta de la vida en la calle e invita a ser partícipe de ella.

Qué hacer en Aix-en-Provence

Es muy fácil quedarse enamorado de Aix-en-Provence en una sola mañana, aunque yo te recomiendo que pases al menos tres noches para poder descubrir todo lo que, a veces, queda ensombrecido por la enorme figura de Paul Cézanne, quizá el mayor reclamo de la ciudad.

Ampliar tu estancia en la ciudad te dará también la posibilidad de conocer sus campos de lavanda, rutas en bicicleta eléctrica por la montaña, hectáreas de viñedos donde las uvas compiten con impresionantes obras al aire libre de artistas como Damien Hirst y una heladería que elabora artesanalmente sus helados con los productos que obtiene en su granja.

Qué ver en Aix en Provence

Lo primero que hay que hacer antes de empezar a pasear por las calles de Aix-en-Provence es plantearse adquirir el City Pass de la ciudad dependiendo de nuestros días de visita y las actividades que vayamos a realizar. Si quieres moverte por la ciudad con total libertad, disfrutar de sus numeroso museos, pintores, exposiciones itinerantes y edificios históricos, sin duda alguna te recomiendo que adquieras el pase turístico CityPass.

Se trata de una tarjeta que ofrece acceso gratuito a más de 29 actividades y 12 lugares de interés que sí o sí querrás conocer en la ciudad. Además, también disfrutarás de transporte público gratuito y 15 visitas guiadas además de otras actividades gratuitas y descuentos en planes exclusivos y restaurantes. Esta tarjeta es ideal para los viajeros que desean aprovechar al máximo su tiempo en Aix-en-Provence sin preocuparse por los gastos adicionales.

Algunas de las actividades y lugares que ver en Aix en Provence que te propongo son:

  • Pasear por el casco histórico
  • Visitar sus museos
  • Conocer sus iglesias y entrar a su bonita catedral BATISTERIO ROMANO
  • Disfrutar de su excelente gastronomía en los muchos bares y restaurantes con terraza que hay
  • Tocar, oler y saborear los productos que ofrecen los diferentes mercados callejeros
  • Seguir las huellas de Cézanne
  • Visitar los exteriores de la ciudad
  • Acabar con un relajante baño en sus aguas termales
Qué ver en Aix en Provence

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Fuentes, mercados callejeros y mucha vida en las calles de Aix-en Provence

Las fuentes más importantes de Aix-en-Provence

Entre las casi 100 fuentes de la ciudad de las 1.000 fuentes, destaca la Fuente de la Rotonda, ubicada en una gran rotonda que conecta tres puntos neurálgicos de la ciudad: el Cours Mirabeau, la Avenida Napoleón Bonaparte y la Avenida des Belges. Esta majestuosa fuente del siglo XIX, que dirige el tráfico y da paso a la zona peatonal y el casco antiguo de Aix-en-Provence, con sus estatuas que representan la Justicia, el Comercio y la Agricultura, es un símbolo de la prosperidad y la riqueza cultural de Aix.

La Fuente de la Rotonda y su prolongación por Cours Mirabeau divide la ciudad nueva de la antigua y está llena de tiendas, terrazas y el famoso Café des Deux Garçons o la Patisserie Béchard, donde probar los famosos calissons, un dulce tradicional francés originario de Aix-en-Provence con una gran historia entre sus ingredientes, además de las notas de melón, naranja, limón y almendra.

Este dulce fue presentado durante el banquete de bodas de René de Anjou, conde de Provenza, en 1454 y Jeanne de Laval, que tenía fama de seria y austera. La reina Juana, al probar el dulce por primera vez, habría exclamado en provenzal «Di cuddle souns” (abrazos, en provenzal)- (¡Son pequeños abrazos!), lo que habría dado origen al nombre «calisson».

Qué ver en Aix en Provence

Otras de las fuentes que debes ver en Aix-en-Provence es la Fuente de los Cuatro Delfines situada en la Place des Quatre Dauphins, una preciosa fuente protegida como Monumento Histórico desde 1905 y alimentada por agua termal. Esta fuente se encuentra en el Barrio Mazarino, diseñado por Miguel Mazarino, arzobispo de Aix, que cuenta con extraordinarios edificios de los siglos XVII y XVIII y uno de los museos más importantes de la ciudad, el Museo Granet.

Por último, aunque encontrarás muchas más mientras paseas por la ciudad, una de las fuentes más famosas y fotografiadas de la ciudad (te recomiendo que si quieres verla sin gente madrugues mucho o utilices las horas de comida) es la Fontaine d’Albertas, situada en la Plaza d’Albertas. Esta fuente es un conjunto barroco con adornos de estilo rococó acabado en 1745 para el marqués de Albertas, siguiendo la moda parisina de las plazas reales. Un lugar perfecto para descansar a la sombra y observar el ir y venir de la gente.

Qué ver en Aix en Provence

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Las calles de Aix están adornadas con iglesias, casas nobles y palacetes que han sido reconvertidos en centros de arte, museos y hoteles de lujo. Pasear por ellas es sorprenderte en cada esquina por fachadas coloridas que expresan, en ocasiones, duramente el paso del tiempo y, en otras, el por qué son el escenario perfecto para plasmar en un lienzo o a través de tu cámara fotográfica.

El centro es pequeño y recorrer sus calles te llevará una mañana entera (sin entrar en todos los museos y atractivos que alberga). La Catedral de San Salvador es una joya que mezcla estilos desde el siglo V al XVII y sin lugar a dudas es una de las visitas ineludibles que ver en Aix-en-Provence. Su imponente fachada gótica y su interior románico guardan un retablo renacentista de gran valor, que representa la Transfiguración de Cristo.

Su interior parece más grande de lo que se percibe desde fuera quizá porque se encuentra encajonada entre las estrechas calles de Aix. El baptisterio romano, uno de los más antiguos de Francia, data del siglo VI y se conserva en perfectas condiciones, se encuentra a la derecha según entras en la catedral y según la hora del día y la incidencia del sol, ofrece una atmósfera especial que, además, aplacará el calor que hace en la ciudad si la visitas en verano.

Qué ver en Aix en Provence

Siguiendo el paseo por el centro, la Torre del Reloj, situada en la animada Plaza del Ayuntamiento, es otro punto icónico que ver en Aix-en-Provence. Construida en el siglo XVI, esta torre alberga un reloj astronómico cuya particularidad radica en sus figurillas de madera que representan las cuatro estaciones del año y que podrás ver si te sitúas en la posición correcta.

Después de encontrar la placa en la que se hace mención a la liberación de la ciudad por los estadounidenses de los nazis, te recomiendo que cojas sitio en alguna de las terrazas de la plaza y disfrutes viendo el ir y venir de la ciudad, a la vez que oyes el tronar de las campanas cada vez que dan las «en punto».

Qué ver en Aix en Provence

Mercados en Aix-en-Provence

Muy cerca de aquí, se encuentra la plaza Richelme donde todos los días, y hasta más o menos las 13;00 horas, podrás degustar -y comprar- productos de la zona como hortalizas, frutas, embutidos, quesos artesanales o miel en el Mercado de Alimentación local de Aix-en-Provence. También es un buen lugar para hacer fotografías y tomar el ritmo de una ciudad que, además de tener turismo, cuenta con una alta participación de sus vecinos en las calles del centro.

A pocos pasos, otro de los lugares que ver en Aix-en-Provence es el Mercado de las Flores situado en la Place des Prêcheurs (miércoles, viernes y domingo), el Mercado Artesanal de la Rue Thiers y el Mercado de Place Verdun con multitud de puestos de comida tradicional y de otras partes del mundo.

Para terminar la ruta de los mercados, en Cours Mirabeau, la arteria principal que da paso al centro histórico y donde también encontrarás dos de las fuentes más famosas de la ciudad, tienes un enorme Mercado Textil (martes, jueves y sábados) donde comprar algún recuerdo o simplemente pasear entre los diferentes puestos por si encuentras algo que te guste.

Qué ver en Aix en Provence

Paseando por Aix-en-Provence siguiendo las huellas de Cézanne

Aix-en-Provence fue el hogar del célebre pintor Paul Cézanne, quien revolucionó el arte con sus innovadoras técnicas y su profunda conexión con el paisaje provenzal. Hoy, la «Ruta de Cézanne» permite a los visitantes explorar los lugares que inspiraron al maestro y seguir sus pasos a través de una serie de lugares emblemáticos.

Desde su taller y los paisajes que pintó hasta los cafés y los espacios de encuentro intelectual, cada lugar marcado dentro de la Ruta de Cézanne se convierte en una experiencia inmersiva que permite explorar en primera persona los lugares que inspiraron a uno de los más grandes pintores de la historia.

  • Taller de Cézanne (L’Atelier des Lauves): Este estudio, conservado como en la época del pintor, permite vislumbrar su proceso creativo y su conexión con el paisaje provenzal, especialmente la Montaña Sainte-Victoire.
  • Colina de la Marguerite: Un lugar de meditación para Cézanne, que ofrece vistas panorámicas y muestra la influencia del entorno natural en su obra.
  • Museo Granet: Alberga una colección significativa de obras de Cézanne, ofreciendo una visión profunda de su evolución artística.
  • Casa de la Familia Cézanne: La residencia de su juventud, fundamental en sus primeras experiencias artísticas.
  • Escuela de Bellas Artes: Donde Cézanne inició su formación artística, influenciado por el arte clásico.
  • Café des Deux Garçons: Punto de encuentro de Cézanne y otros intelectuales, símbolo de la vida cultural de la ciudad.
  • Montaña Sainte-Victoire: Un motivo central en la obra de Cézanne, inmortalizado en numerosas pinturas y una experiencia muy divertida gracias a las bicicletas eléctricas o rutas de senderismo.
  • Iglesia de Saint-Jean-de-Malte: Un espacio de reflexión para el pintor, notable por su arquitectura gótica.
  • Pabellón de Vendôme: Una elegante mansión con jardines, que ofrece exposiciones de arte e historia local.

En 2025, Aix-en-Provence ofrecerá una gran serie de actividades, visitas y experiencias restauradas y puestas a punto para seguir demostrando la grandeza de Paul Cézanne, compartiendo espacio con el resto de museos, casa privadas y edificios-museos que la ciudad de Aix tiene en sus calles y que también tienes que visitar.

Qué ver en Aix en Provence

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Museos y Centros de Arte que ver en Aix-en-Provence

Museo Granet

El Museo Granet, uno de los más importantes de la ciudad, alberga una impresionante colección de obras de arte que abarcan desde la antigüedad hasta el arte contemporáneo. Destacan las piezas de maestros como Cézanne, quien pasó gran parte de su vida en Aix, y de otros artistas impresionistas y modernos.

Hasta el 29 de septiembre de 2024, una interesantísima primera retrospectiva de Jean Daret, el pintor flamenco que trabajó, entre otros lugares y para otros países, en Aix-en-Provence, lugar en el que murió y que tiene una calle a su nombre, se expone en el museo.

Una colección de cien obras provenientes de iglesias, coleccionistas privados y grandes museos, que exploran la trayectoria artística de Jean Daret y su mezcla de influencias, desde el arte flamenco hasta el caravagismo. Tras formarse con el pintor flamenco Antoine van Opstal, Daret se estableció en Aix, donde rápidamente comenzó a recibir importantes encargos tanto de la alta sociedad local como del clero. La exposición también destaca su habilidad como dibujante, gracias a la reciente adquisición de un conjunto de dibujos en una venta pública.

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Pavillon de Vendôme

Construido entre 1665 y 1667 por iniciativa de Louis de Mercoeur, duque de Vendôme, para su amante Lucrèce de Forbin Solliès, el edificio es un excelente ejemplo de la arquitectura barroca del siglo XVII. El «pavillon» se encuentra rodeado por unos cuidados y hermosos jardines y es conocido por su fachada ornamentada y sus interiores ricamente decorados.

Actualmente, el Pavillon de Vendôme alberga un museo que presenta exposiciones de arte contemporáneo, así como colecciones que reflejan la historia y la cultura de la región. Además, es un lugar que se utiliza para eventos culturales y actividades artísticas, ofreciendo una conexión entre el pasado histórico de Aix-en-Provence y su dinámica escena cultural actual.

Caumont Centre d’Art

El Caumont Centre d’Art, ubicado en una elegante mansión del siglo XVIII, ofrece exposiciones temporales de artistas de diferentes corrientes y estilos. Además, el centro cuenta con un restaurante/café donde los visitantes pueden disfrutar de una comida en sus refinadas habitaciones interiores o en el encantador patio exterior, rodeados de un precioso jardín en mitad de la ciudad.

Hasta el 6 de octubre de 2024, la exposición «Bonnard et le Japon» nos mostrará la influencia que el arte japonés ejerció sobre el genio Pierre Bonnard. Se trata de la primera exposición dedicada a este tema, que muestra cómo Bonnard, conocido en el pasado como el «Nabi très japonard» (Nabi muy japonés), asimiló la estética del arte japonés en su tratamiento del espacio, el tiempo y el movimiento, creando obras que renunciaban al naturalismo y al impresionismo.

Las obras del pintor francés se expondrán junto a grabados japoneses para ilustrar las similitudes y afinidades formales entre ellas, y la importancia de esta fuente de inspiración para Bonnard.

Qué ver en Aix en Provence

Hotel de Chateaurenard

El Hôtel de Châteaurenard es una mansión privada construida en 1650 por encargo de Jean François d’Aimar d’Albi, barón de Châteaurenard y miembro del parlamento de Aix-en-Provence. La decoración fue realizada por el arquitecto Pierre Pavillon y el pintor Jean Daret, quien más tarde trabajaría para el Ayuntamiento de Aix.

Además de albergar una importante colección de pinturas, esculturas y utensilios de la ápoca, este edificio es famoso por haber alojado a Luis XIV durante su visita a Provenza en 1660. El rey quedó impresionado por la decoración de la escalera, especialmente por el trompe l’oeil creado por Daret, que incluye personajes que parecen invitar a los visitantes a entrar. La obra de Daret, que destaca en el arte del trampantojo, abarca techos y paredes con una impresionante representación de una columnata dórica y alegorías de las artes liberales, como la pintura, la música y la astronomía.

La escalera, diseñada en estilo clásico con una estructura de balaustres de piedra, está organizada alrededor de un espacio cuadrado y recibe luz natural a través de ventanas que dan al patio interior. Las paredes y el techo están completamente cubiertos por las pinturas de Daret, que amplían visualmente el espacio arquitectónico mediante efectos de perspectiva. Este espacio acaba de ser restaurado y las pinturas lucen sus colores originales por lo que no puedes perderte esta visita, incluida en el City Pass, y que es una de las imprescindibles que ver en Aix-en-Provence.

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Fundación Vasarely

La Fundación Vasarely es una institución dedicada a la obra del artista franco-húngaro Victor Vasarely, considerado el padre del arte cinético y uno de los pioneros del «op art» (arte óptico). La fundación se encuentra a las afueras de Aix-en-Provence y fue inaugurada en 1976. Para llegara a ella, tienes que coger el autobús A que tiene parada en la Plaza de la Rotonda. Recuerda que el autobús es gratuito con tu tarjeta CityPass y funciona muy bien.

El edificio de la Fundación Vasarely es en sí mismo una obra de arte diseñado por el propio Vasarely en colaboración con los arquitectos Jean Sonnier, Dominique Ronsseray y Claude Pradel-Lebar. El diseño del edificio refleja el estilo geométrico y visualmente dinámico característico de Vasarely. La estructura es notable por sus grandes paneles hexagonales, creando un ambiente envolvente y muy estimulante para los visitantes.

Qué ver cerca de Aix-en-Provence: deporte, lavanda y arte gigante entre viñedos

Chateau La Coste, un museo al aire libre y buen vino

Château La Coste representa una fusión perfecta de vino, arte y naturaleza. Este destino no solo ofrece vinos de alta calidad gracias a sus 200 hectáreas de viñedos y el cuidado que ponen en el proceso de elaboración de sus marcas, también es una experiencia cultural y sensorial diferente gracias a las obras de arte que podemos encontrar mientras paseamos por sus instalaciones.

Château La Coste alberga una impresionante colección de unas 45 obras (permanentes e itinerantes) de arte y arquitectura que crecen y se integran en el paisaje natural. Esta galería al aire libre cuenta con piezas de artistas y arquitectos de renombre internacional como Tadao Ando, Louise Bourgeois, Alexander Calder, Frank Gehry y Damien Hirst entre otros. Cada obra está cuidadosamente situada para interactuar con el entorno, creando una experiencia estética que evoluciona con las estaciones y el crecimiento del viñedo.

Qué ver en Aix en Provence

Los visitantes pueden recorrer los viñedos (no olvides un zapato cómodo) y descubrir estas instalaciones artísticas en un paseo que mezcla la belleza del arte contemporáneo con la serenidad de los paisajes provenzales. Las obras incluyen esculturas monumentales, pabellones arquitectónicos y otras intervenciones artísticas que invitan a la contemplación y al diálogo con la naturaleza.

Tras la visita, dirígete hacia su tienda/bar y degusta una pequeña cata de los vinos que producen y de su fabulosa terraza donde comer bajo la sombra de unas preciosas parras, o en alguno de los cinco restaurantes con los que cuenta. Si quieres dormir aquí, también puedes hacerlo en alguna de las fantásticas habitaciones con piscina y vistas a los viñedos. Para llegar a Château La Coste, lamentablemente, la única opción (de momento) es hacerlo a través de taxi o Uber, pero sin duda alguna, merece la pena.

Qué ver en Aix en Provence

Terre ugo, música, comida y espectacular ambiente en los campos de lavanda

En el corazón de la Provenza, de camino hacia Château La Coste, Terre Ugo se erige como un santuario de serenidad y belleza natural, donde los visitantes pueden sumergirse en la magia de sus famosos campos de lavanda. Este enclave, ubicado en las afueras de Aix-en-Provence, y perteneciente a una familia que decidió dar un giro a sus campos de lavanda, ofrece una experiencia que combina el esplendor de la naturaleza con el placer de la música y la gastronomía.

Al caer la tarde, Terre Ugo se transforma en un escenario natural donde los colores del atardecer pintan el cielo sobre las extensiones de lavanda. Este espectáculo visual se complementa con una atmósfera musical en directo que, cuidadosamente seleccionada, acompaña a disfrutar la puesta de sol y después invita a los más animados a levantarse y bailar en esta «masía» que bien podría haber sido sacada de una película. Si quieres ver la lavanda en su máximo esplendor, te recomiendo que vayas a principios de julio.

Qué ver en Aix en Provence

Los visitantes pueden recoger una enorme alfombra proporcionada por el lugar y encontrar el rincón perfecto frente a los surcos de lavanda para acomodarse. Este acto sencillo, pero lleno de encanto, permite disfrutar de una experiencia diferente a las habituales visitas a campos de lavanda, pues además de pasear entre las plantas para hacerte todas las fotos y vídeos que necesites compartir en tus redes sociales, tendrás la oportunidad de vivir toda una jornada de diversión y hermanamiento entre los asistentes.

El suave aroma de la lavanda, la vista panorámica del campo en flor y la música que envuelve el ambiente, convergen para ofrecer un momento de pura magia. Para complementar la experiencia, Terre Ugo ofrece una selección de delicias gastronómicas y bebidas locales (no te vayas sin probar la «coca-cola» de lavanda). Platos para carnívoros y veganos en los que destacan los sabores de la región, desde quesos y embutidos hasta postres típicos, todo acompañado por vinos locales o las bebidas más solicitadas por los pequeños de la familia.

Además de los atardeceres musicales y gastronómicos, Terre Ugo organiza una serie de eventos a lo largo del año, incluyendo talleres sobre el cultivo de la lavanda, visitas guiadas y degustaciones de productos artesanales. Estos eventos están diseñados para conectar a los visitantes con la cultura y las tradiciones de la Provenza, ofreciendo una inmersión profunda en la vida rural y la biodiversidad de la región.

Qué ver en Aix en Provence

Bicicleta en el Monte San Victoria

La Montagne Ste Victoire es una emblemática cadena montañosa situada cerca de Aix-en-Provence especialmente famosa por su distintiva silueta, que se eleva hasta unos 1.011 metros de altitud en su punto más alto, conocido como Pic des Mouches.

Su fama no es atribuible únicamente a la belleza natural de sus formas, la montaña se convirtió en un icono gracias al trabajo del pintor postimpresionista Paul Cézanne, quien la representó en numerosas obras a lo largo de su carrera. Cézanne quedó fascinado por la montaña y sus cambiantes luces y colores, lo que la convirtió en un tema recurrente en sus pinturas.

Qué ver en Aix en Provence

Además de su importancia artística, Montagne Sainte-Victoire es un popular destino para actividades al aire libre, como el senderismo, la escalada y el ciclismo. Hay numerosos senderos que permiten explorar la rica biodiversidad de la región, así como disfrutar de espectaculares vistas panorámicas de la campiña provenzal.

Yo te recomiendo que contrates una visita guiada en bicicleta eléctrica con Aix Bike Provence en la que, acompañado por un fantástico guía, recorrerás divertidos senderos hasta los pies de la montaña de manera fácil y segura.

La experiencia, de unas dos horas de duración y con bicicletas eléctricas de montaña de calidad, se convierte en otra forma de explorar la zona, como si de un residente de la ciudad se tratase. En esta excursión encontrarás pozas para bañarte, restos de huevos de dinosaurio y emociones que no sentías desde que eras pequeño tras el manillar de una bicicleta.

Qué ver en Aix en Provence

Heladería Loucau, helados artesanales en la granja

Para reponer fuerzas, y muy cerca de Terre Ugo, te recomiendo que visites la heladería Loucau. No es una tienda, ni está situada en una pequeña y bonita calle de la ciudad. Loucau es un entorno, un espacio abierto en el campo, una familia que comparte su pasión por la vida y por el trabajo en la tierra.

Hace unos años, una joven pareja de granjeros decidió transformar su vida y la de su granja situada a las afueras de Aix-en-Provence. Inspirado (quizá sin saberlo) por un viaje a través de Argentina, el granjero, ahora también heladero, descubrió la pasión por los sabores auténticos y la cultura de los helados artesanales.

Con el paso del tiempo, la pareja decidió fundar una marca de helados artesanales, utilizando productos frescos y de alta calidad. La base de sus creaciones son las frutas y hierbas aromáticas que ellos mismos cultivan en sus campos, asegurando así un sabor natural y auténtico en cada bocado.

Qué ver en Aix en Provence

El lugar que han creado es un pequeño paraíso rústico. Los visitantes pueden disfrutar de sus deliciosos helados en mesas al aire libre, rodeados de la tranquilidad del campo provenzal. Además, han habilitado un campo de petanca, un juego muy popular entre jóvenes y mayores en Francia, que añade un toque de diversión y tradición al ambiente.

Recientemente, han ampliado su oferta para incluir comidas y cenas, permitiendo disfrutar de una experiencia gastronómica completa mientras contemplas las impresionantes puestas de sol sobre la granja. Este lugar no solo es un destino para degustar deliciosos helados, sino también un espacio para relajarse, saborear una buena comida y compartir momentos especiales en un entorno natural y acogedor. Los helados de fresa y de lavanda están espectaculares.

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Aguas termales y piscina bajo la muralla para despedirte de Aix-en-Provence

No hay mejor manera de despedirse de Aix-en-Porvenze que disfrutando de sus famosas aguas termales en un lugar que parece sacado de un anuncio de televisión. Aquae Sextiae, recuerda, Aix-en-Provence fue fundado por los romanos, fue una ciudad termal cuyas aguas eran apreciadas por sus propiedades curativas y que se utilizaban tanto con fines terapéuticos como recreativos.

Las termas romanas eran un elemento central en la vida cotidiana de la época, y en Aix-en-Provence no fue diferente. A lo largo de los siglos, la ciudad ha mantenido su reputación de destino termal, y aún hoy en día, a pesar de los escasos vestigios de las termas, todavía es posible vivir una relajante experiencia «wellness», como se dice ahora, en el centro de la Aix.

Qué ver en Aix en Provence

El Hotel Aquabella, situado sobre los restos de las termas romanas, ofrece la posibilidad de disfrutar del Spa Thermes Sextius, una referencia en bienestar y fitness en Provenza con sus 3.000 m² dedicados al relax y a la buena vida.

Si quieres recibir algún tratamiento, deberás contratarlo con las termas, pero si lo que quieres es, únicamente, disfrutar del agua en diferentes jacuzzis, hammam, sauna, colorterapia, agua helada, nieve y una espectacular piscina bajo la única torre y los restos de muralla que quedan en pie en la ciudad, el Hotel Aquabella es tu lugar.

Además, la cocina de su restaurante L´Orangerie ofrece comida local tradicional con un toque vanguardista, una espectacular cocina abierta y una terraza con sombra desde donde se ve la piscina, la muralla y la torre de Aix-en-Provence, la ciudad de las 1.000 fuentes que solo necesita una para conquistarte.

Cómo llegar a Aix-en-Povenze

Para llegar al centro de Aix-en-Provence tienes el Aeropuerto de Marsella-Provenza (Marignane) a 26 kilómetros. Hay un servicio de autobús, LeCar número 40, que hace la ruta en ambas direcciones y tarda unos 35 minutos. También tiene parada en la estación de tren Gare Aix TGV.

El precio del autobús a/desde el aeropuerto es de 10€ ida y 16€ i/v.

El horario es:
– De lunes a domingo desde las 05:35 a las 00:25 dirección Aix.
– De lunes a domingo desde las 04:50 hasta las 23:25 dirección aeropuerto.

Localización: En el aeropuerto se encuentra nada más salir a la derecha, en un lugar donde hay más paradas de autobús. Mientras que en Aix-Provence está en la estación de autobuses, a 8 minutos andando del centro. El ticket se adquiere en una máquina junto a los autobuses. Se puede poner idioma español.

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 ¿Cuándo viajar a Aix-en-Provence?

Cualquier época para viajar a Aix-en-Provence es buena. Vas a encontrar multitud de cosas por hacer y diferentes actividades sea cual sea la época del año. En invierno no nieva pero hace frío y hay menos gente, es una época fantástica para viajar tranquilo. En verano el calor es intenso y hay más turismo, pero si quieres ver campos de lavanda, a finales de junio o principios de julio encontrarás las flores en su apogeo. Otoño y primavera también dan mucho juego y son épocas perfectas para conocer la zona. 

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 CityPass Aix-en-Provence

Te recomiendo que adquieras la CityPass por internet o en la Oficina de Turismo de Aix-en-Provence que está junto al casco antiguo. Además, en la Oficina de Turismo te atenderán en varios idiomas (entre ellos español) y te darán mapas de autobuses y consejos para tu visita. También es un buen lugar para descansar un rato (hacen exposiciones) bajo el frescor del aire acondicionado.

Con la CityPass tienes acceso gratis a museos, actividades y transporte público (el autobús del aeropuerto no está incluido). Una opción muy divertida es utilizar alguno de sus microbuses (son como tuk tuk) que recorren diferentes rutas por el centro. Los puedes parar en cualquier sitio y bajarte donde quieras, es decir, son como un taxi. La opción perfecta para desplazarte unas calles cuando estás cansado.

 ¿Dónde dormir en Aix-en-Provence

Hay varias opciones de alojamiento en Aix-en-Provence. Sin lugar a dudas yo te recomiendo que te quedes en el casco antiguo o, al menos, muy cerca de él. El centro es muy fácil de visitar y no es muy grande, por lo que una opción fantástica para presupuestos elevados es el Aquabella Hôtel & Spa, y para presupuestos más ajustados el Hotel Escaletto. Echa un vistazo en alguna plataforma de reservas hoteleras y elige el que mejor se adapte a ti, las opciones son numerosas.

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ESCRITO POR:
Israel Gutier
Cristina R. Martínez