Gruyeres, queso y aliens en uno de los pueblos más bonitos de Suiza
Gruyeres, un precioso pueblo medieval ubicado en el corazón de Suiza, es internacionalmente conocido por su delicioso queso, uno de los mejores del mundo. Situado en la región de Friburgo, Gruyeres ofrece una combinación perfecta de paisajes, naturaleza, patrimonio histórico y ofertas culturales que, como verás más adelante, se salen de lo normal. Descubre qué ver en Gruyeres y ármate de valor, pues dicen que hay un «Alien» dentro de sus murallas.
Según la leyenda, el nombre de Gruyeres proviene de «grue,» la palabra francesa para grulla, un pájaro que adornaba el estandarte del primer conde de Gruyeres. Genserico, rey de los vándalos, allá por el año 400 d.C., se encontraba sobre la colina donde hoy está situado el pueblo y al ver volar una grulla sobre el rojo atardecer decidió construir allí su asentamiento. Esta grulla también aparece en el escudo de armas del pueblo, y muchos de sus habitantes todavía creen que esta ave simboliza la nobleza y la libertad que caracterizan a Gruyeres.
Durante la Edad Media, Gruyeres fue la sede de los condes de Gruyeres, una dinastía que gobernó la región durante varios siglos. El castillo que domina el pueblo fue construido en el siglo XIII, y fue la residencia de los condes hasta el siglo XVI. El último conde, Michel, lamentablemente cayó en bancarrota y el castillo pasó a manos de los cantones de Friburgo y Berna. A lo largo de los años, el castillo ha resistido guerras y cambios de poder y hoy en día es un símbolo de la rica historia de la región.
El pueblo de Gruyeres, además de por el queso que hay que señalar no se produce en el interior de sus murallas, es conocido por su arquitectura medieval excelentemente conservada. Caminando por sus calles empedradas, sentirás que has retrocedido en el tiempo. Las casas, muchas de ellas construidas en los siglos XV y XVI, están hechas de piedra y madera, con techos inclinados y balcones adornados con flores en verano. Estas construcciones reflejan la historia y el carácter de la comunidad, donde cada edificio tiene su propia historia y la muestra con orgullo.
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Una visita necesaria en el cantón de Friburgo
Situado en la región prealpina de Friburgo, en el distrito de Gruyère al cual da su nombre, su localización a 800 metros de altura provee un clima agradable con inviernos nevados y veranos suaves. La vista desde el pueblo es simplemente espectacular: montañas como los Dents du Chamois y los Moléson enmarcan el horizonte, ofreciendo paisajes que cambian constantemente con las estaciones del año.
Además del queso, el turismo es una parte fundamental de su economía hoy en día. Cada año, miles de viajeros visitan Gruyeres para disfrutar de la belleza del pueblo y explorar sus museos, como el Museo HR Giger y el Tibet Museum.
Los habitantes de Gruyeres también están involucrados en la artesanía local, desde la fabricación de productos de madera hasta la confección de trajes tradicionales. Aunque el pueblo es pequeño, sus habitantes tienen un fuerte sentido de comunidad y cooperación, lo que les ha permitido prosperar en un mundo cada vez más globalizado.
Llegar a Gruyeres es sencillo y cómodo. Los trenes parten cada hora desde las principales ciudades hacia la estación de Gruyeres Gare. Desde la estación, el pueblo queda a tan sólo 20 minutos por un agradable paseo o bien se puede tomar el autobús B260 (gratuito con la Swiss Travel Pass).
Yo te recomiendo, a no ser que por algún impedimento físico te resulte muy complicado, llegar al pueblo andando por el pequeño y empinado camino que da acceso al interior de sus murallas. No temas, el trayecto es muy corto y las vistas merecen la pena. Una vez en el pueblo, los lugares a visitar son varios a pesar de su pequeño tamaño.
Una mañana entera puede que sea suficiente para ver el castillo, sus museos y pasear por el pueblo con una parada para comer o probar algún plato de la región. Por la tarde, te recomiendo que te dirijas a Moléson-sur-Gruyeres donde podrás vivir en primera persona cómo se hacen los famosos quesos de Gruyère y realizar algún fantástico trekking en el Molseon, una de las montañas más altas y representativas del condado de Friburgo.
Qué ver en Gruyeres
1 – El Castillo de Gruyeres
El Castillo de Gruyeres es el principal atractivo del pueblo y uno de los castillos medievales mejor conservados de Suiza. Construido en el siglo XIII, este impresionante edificio ha sido testigo de innumerables eventos históricos y es una joya arquitectónica que refleja la transición del estilo románico al gótico. El castillo fue la residencia de los condes de Gruyeres hasta el siglo XVI, cuando la familia cayó en bancarrota y el castillo pasó a manos de los cantones de Friburgo y Berna.
Hoy en día, el castillo alberga un museo que narra la rica historia de la región. La entrada puede ser con guía, libre o con audioguía. Si tienes tiempo para hacer una visita guiada, te lo recomiendo pues así podrás conocer y plantear todas las dudas que tengas sobre este increíble lugar y su historia.
Si prefieres ir a tu aire, la sala de caballeros, las torres, las almenas, la muralla fortificada y el extremadamente cuidado jardín te esperan con representaciones multimedia que te transportarán al pasado y diferentes exposiciones con armaduras, frescos, armas, muebles, arte medieval y utensilios de la época.
2 – La Chocolatería de Gruyeres, el paraíso de los amantes del chocolate
Ningún viaje a Suiza estaría completo sin una parada en una chocolatería, y Gruyeres no es la excepción. La chocolatería de Gruyeres, situada en la entrada del pueblo, frente a la Oficina de Turismo, es un lugar encantador donde se puede descubrir el proceso de elaboración del chocolate suizo y degustar una variedad de esta delicia. Desde exquisitas trufas hasta tabletas artesanales, este lugar es un paraíso para los amantes del chocolate. Además, podrás participar en talleres donde crear tus propias combinaciones de chocolate, evidentemente, guiados por expertos chocolateros.
3 -Circuito Histórico de Gruyeres, un paseo por la Historia del pueblo
El Circuito Histórico de Gruyeres es una ruta que lleva a los visitantes por los puntos más emblemáticos del pueblo, revelando su rica historia y su arquitectura tradicional. A lo largo del recorrido, se pueden admirar las casas de piedra y madera que datan de varios siglos, así como las estrechas calles empedradas que han sido testigos del paso del tiempo.
El circuito incluye paradas en lugares de interés como la Iglesia de Saint-Théodule, construida en el siglo XIII, y la Plaza del Mercado, el corazón del pueblo, donde los artesanos locales venden sus productos y se encuentran situados la mayoría de restaurantes con una carta llena de especialidades de los Prealpes friburgueses, como la fondue, o los platos típicos de la Bénichon. Este paseo es una excelente manera de sumergirse en la atmósfera medieval de Gruyeres y apreciar su encanto intacto.
Durante el recorrido, también podrás visitar el cementerio de Gruyeres, situado en una ladera con vistas al valle. El cementerio es un lugar tranquilo que combina la paz de un lugar de descanso eterno con unas fantásticas vistas de la zona y al que se accede una vez visitado el castillo, o bien, antes de acceder a este, pues se encuentra bajo las torres y muros de dicha fortificación.
4 – El Museo del Tíbet, un extra de paz en Gruyeres
El Tibet Museum, ubicado en un antiguo granero reformado, es un espacio dedicado al arte y la cultura tibetana. Fundado por Alain Bordier, un coleccionista apasionado por el Tíbet, este museo alberga una colección única de arte budista que incluye esculturas, pinturas y objetos rituales.
El ambiente tranquilo y la cuidada disposición de las piezas invitan a la contemplación y ofrecen una fascinante visión de una cultura distante pero profundamente espiritual. El museo también organiza conferencias y talleres sobre temas relacionados con la filosofía budista y el Tíbet, así como una tienda donde poder comprar algún recuerdo u objeto relacionado con esta antigua y lejana cultura.
5 – Museo HR Giger, arte y ciencia ficción terrorífica
El Museo HR Giger, dedicado al artista suizo H.R. Giger, ofrece una experiencia única y «aterradora» en Gruyeres y en todo el mundo. Giger es famoso por su trabajo en la película Alien, donde creó la icónica criatura extraterrestre que le valió un Oscar. El museo, ubicado en un castillo medieval, alberga una impresionante colección de su obra, que incluye pinturas, esculturas y diseños de decorados cinematográficos.
El museo no es solo una galería, sino una inmersión en el oscuro y fascinante mundo de Giger. Cada sala está cuidadosamente diseñada para reflejar el estilo biomecánico característico del artista, donde lo orgánico y lo mecánico se fusionan en formas inquietantes y fascinantes.
Para los amantes del arte contemporáneo y la ciencia ficción, el Museo HR Giger es una visita obligada en Gruyeres. Además, desde sus últimas plantas, las vistas del pueblo y sus calles son fabulosas.
6 – HR Giger Bar, el único bar del mundo de donde querrás salir corriendo
Después de recorrer el Museo HR Giger, una excelente manera de continuar la experiencia alienígena es visitando el HR Giger Bar, ubicado justo enfrente del museo.
Este bar es una extensión del mundo creativo de Giger, con una decoración que parece sacada directamente de una de sus obras. El interior está diseñado para hacer que los visitantes se sientan como si estuvieran dentro de una estructura biomecánica, con muebles y detalles arquitectónicos que reflejan el estilo distintivo del artista.
Sillas exoesqueléticas, techos que parecen las costillas de un enorme animal y mesas de hueso alienígena son algunos de los elementos diferenciadores de este bar, un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de una bebida, mientras se absorbe el ambiente único y ligeramente surrealista del lugar.
Seas o no seas un fanático de Giger, te recomiendo que entres a admirar y vivir una experiencia diferente en este bar único en el mundo que hacen aún más único al pueblo de Gruyeres.
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¿Cómo se hace el queso de Gruyère?
Muy cerca de Gruyeres se encuentra Moléson-sur-Gruyeres, punto de partida para ascender al Molèson, un pico de 2.002 metros de altura, y la puerta de entrada a la mayor zona de esquí de la región de Friburgo, así como un gran número de rutas de senderismo para los amantes de la naturaleza.
Antes de subir el pico de manera muy fácil gracias a su teleférico, o de disfrutar de una montaña rusa natural donde descargar adrenalina como un niño, tienes una parada obligada en la Fromagerie d’alpage donde vivirás en primera persona el proceso de fabricación del famoso queso de Gruyère.
Quesería d’alpage de Moléson, el queso como siempre se ha hecho
La Fromagerie d’alpage de Moléson es uno de esos lugares que encapsula la esencia de la vida en los Alpes suizos. Situada en un entorno pintoresco, esta quesería es mucho más que un lugar de producción; es un testimonio vivo de la tradición quesera de la región, donde los métodos artesanales se han mantenido casi inalterados durante siglos.
Al llegar a la quesería, lo primero que impresiona es la autenticidad del lugar. El aroma del queso en proceso de maduración llena el aire, y se puede sentir la historia en cada rincón del edificio. Aquí, los queseros trabajan siguiendo técnicas transmitidas de generación en generación, utilizando la leche fresca de las vacas que pastan en los verdes prados alpinos que rodean la zona.
De hecho, los pastos son la razón por la cual el queso Gruyère tiene su sabor tan especial. El suelo y el clima aquí crean las condiciones perfectas para que las vacas produzcan la leche rica y cremosa que es esencial para la fabricación de este queso mundialmente famoso.
La Fromagerie d’alpage permite a los visitantes observar de cerca el proceso de elaboración del queso. Desde la cuajada hasta el prensado y la maduración, cada etapa es explicada por los artesanos con una pasión que solo puede venir de años de dedicación.
Además, el lugar ofrece degustaciones, donde se puede saborear el resultado de este trabajo minucioso, acompañado de un buen vaso de vino local y otros productos de la zona. Si necesitas comer o probar sabores realmente tradicionales de Suiza, este es el lugar.
Ascendiendo al Moléson
Tras sumergirte en la cultura quesera, la siguiente etapa de esta maravillosa jornada es ascender al Moléson, un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y las vistas panorámicas. El Moléson, con sus 2.002 metros de altura, no es solo una montaña, es un mirador natural que ofrece una de las vistas más espectaculares de toda Suiza (si el tiempo lo permite).
El viaje hacia la cima puede comenzar en la base del teleférico, un moderno sistema de transporte que lleva a los visitantes desde el pueblo de Moléson-sur-Gruyeres hasta la estación intermedia de Plan-Francey (donde hay habitaciones y restaurante), y luego hasta la cumbre en un funicular. El teleférico es una experiencia en sí misma, ofreciendo unas impresionantes vistas a medida que se eleva por encima de los bosques y prados, revelando el majestuoso paisaje alpino que rodea la región.
Para los más aventureros, el Moléson ofrece una variedad de rutas de senderismo que serpentean por sus laderas. Estos caminos están diseñados para todos los niveles, desde caminatas suaves para familias hasta desafiantes ascensos para los más experimentados. El senderismo en Moléson es una experiencia profundamente conectada con la naturaleza, donde el silencio de las montañas se mezcla con los sonidos de los arroyos y el viento que acaricia los árboles.
Una vez en la cima, la vista es simplemente espectacular. En un día despejado, se puede ver desde los picos nevados de los Alpes hasta los lagos de la meseta suiza. Esta panorámica es un recordatorio del porqué Suiza es famosa por sus paisajes naturales, y de cómo un queso se hizo famoso por un pueblo, o un pueblo se hizo famoso por un queso. Sea como fuere, viajar a Gruyéres es un camino delicioso que te dejará un sabor de boca único y que querrás repetir, al menos yo lo estoy deseando.
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– Cómo llegar a Gruyeres
Abre tu app SBB Mobile (la app oficial de transporte público en Suiza y que funciona extraordinariamente bien) y marca como destino Gruyeres. Yo te recomiendo el Swiss Travel Pass, una tarjeta con la que tienes transporte público gratuito e ilimitado por toda Suiza además de acceso a diferentes atracciones, actividades y descuentos en restaurantes y museos.
Frente a la estación de tren se encuentra la parada de autobús (número B260) que te dejará en la entrada del pueblo, pues su acceso con coche (para no residentes) está prohibido. Si prefieres dar un paseo, desde la estación de tren hay un sendero señalizado que recorre la colina hasta el centro del pueblo. Yo te recomiendo que, ya sea de subida o de bajada, recorras este camino para ir observando el entorno natural del pueblo.
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– ¿Cuándo visitar Gruyeres?
Cualquier época es buena, pero si te quieres asegurar buen tiempo y disfrutar de un paseo sin lluvia y de las impresionantes vistas del Moleson, así como de las actividades de ocio de esta montaña, vayas en verano. Si quieres, además de visitar el pueblo y la zona, practicar deportes de nieve, el invierno es tu fecha.
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– Dónde dormir en Gruyeres
Aunque el pueblo es muy pequeño, hay una interesante oferta hotelera entre sus murallas. En el caso de estar completo, o si el precio no te cuadra, una fantástica solución es dormir en Bulle, un bonito pueblo (practicamente una ciudad) con mayor oferta hotelera y un par de sitios interesantes para ver como su castillo con vistas del Moleson, el Musée gruérien , el Jardín Capucins y su centro histórico.
En mi caso, dormí en el Hôtel & Brasserie Le Tonnelier, un precioso hotel situado en un histórico edificio en el centro de Bulle.
– Dónde comer en Gruyeres
Hay muchos restaurantes en Gruyeres, más que hoteles, por lo que decidirte será más complicado. Echa un vistazo a la carta y decide quizá por la localización, yo comí en el restaurante Le Saint Georges, con unas bonitas vistas de la montaña y una carta con muchos platos típicos de Suiza y de la región de Friburgo. Si quieres probar una excelente fondue, este es tu sitio.
Si te hospedas en Bulle, te recomiendo el restaurante Café de la Promenade.
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ESCRITO POR:
Israel Gutier
Fotógrafo especializado en viajes y copywriter. Ha vivido en diferentes países de Asia mientras hacia reportajes fotoperiodísticos y dio la vuelta al mundo en 80 días para recordar su infancia.
Me están encantando vuestros reportajes sobre Suiza, creo que voy a necesitar ir allí un mes entero! jajajaja, muchas gracias por toda la info, voy a tener que dividir el viaje en diferentes etapas aunque lo de Interlaken me ha gustado muchísimo, es como un paraíso para los amantes de la montaña y las actividades que se pueden hacer allí. ¡Cuando vaya os etiquetaré en las fotos!
Gracias! Como decía en otro artículo que tenemos de Suiza, este país se ha convertido en uno de mis favoritos. La gente, comida, servicios, instalaciones, transporte…. todo! Es un país al que ir una vez al año durante un par de semanas (o el tiempo que cada uno pueda) para intentar conocer todo lo que ofrece, porque aunque parece pequeño, es enorme!