Bagdad

Viajar a Bagdad sí es posible (y recomendable)

• Equipo: angular, retrato, zoom
• Visado: obligatorio
• Presupuesto: 150€ – 200€ día
• Vacunas: no obligatorias*

Bagdad, tierra de las primeras y más grandes civilizaciones, la ciudad de Sherezade y las Mil y una Noches, referente del mundo árabe, punto de cruce de la Ruta de la Seda y en las últimas décadas, una de las ciudades más convulsas de la historia moderna.

Si hay una palabra que puede definir Bagdad es resiliencia, su capacidad de levantarse una y otra vez de los escombros es entre asombroso y admirable. Y todavía lo es más cuando su gente te recibe con los brazos abiertos, con toda la hospitalidad árabe mundialmente famosa y con cierta sorpresa a la vez de que los extranjeros se atrevan a pisar el país. Pero para los iraquíes ver turistas en sus calles es una señal de buen augurio, es la señal que tanto anhelan, conseguir la paz y recuperar una vida perdida en los últimos años de guerras, genocidios, invasiones y terrorismo. Y es que sus miradas de reojo con una media sonrisa en los labios lo indican.

Bagdad, a pesar de ser una ciudad muy antigua, no preserva una gran cantidad de monumentos, pero sí puedes visitar puntos de mucha relevancia en la Iraq contemporánea. Todavía existe el muro que separa la ciudad de la Green Zone (considerada la única zona segura y donde se encuentra el Parlamento y la Embajada de Estados Unidos), no se puede entrar sin un permiso especial el cual sólo se da a miembros del Gobierno y diplomáticos. El resto de la ciudad (casi 8 millones de habitantes) se divide entre la Bagdad moderna y la vieja, donde se encuentra por ejemplo la mezquita Chiita Kadhimyah (Al-Kadhimiya en árabe), de gran importancia para esta rama del islam.

Qué ver en Bagdad

Debido a la cercanía con Dubai (mi base), viajar a Bagdad es fácil, en tan sólo dos horas de avión me planté en la ciudad. En un fin de semana da bastante tiempo para ver los puntos principales de la ciudad y la totalmente obligatoria visita a Babilonia, a unos 100 km de la ciudad. El recorrido que se podría hacer en una hora casi nos tomó dos, y es que los puntos de control por el ejército iraquí son muy frecuentes y a veces largos, ya que deben chequear coche por coche y cada documentación individual. Viajar a Bagdad es esto, un claro reflejo de la todavía frágil seguridad que domina el país, pues cuarenta años de conflicto continuo no se puede resolver en pocos meses. No hace ni un año que los grupos terroristas se retiraron oficialmente de Mosul, último punto de invasión.

Y allí estuve, pisando los adoquines de una de las mayores civilizaciones, pasando por las famosas puertas de Babilonia (las auténticas están en el Museo Pérgamo de Berlín), y para nuestra grata sorpresa, el guía nos abrió exclusivamente el principal corredor de Babilonia donde pudimos ver de cerca las esculturas en los ladrillos de los famosos animales mitológicos babilónicos. Solo el 10% de lo que se considera la civilización babilónica ha sido descubierta, se supone que el 90% está todavía soterrada y por descubrir.

Visitar hoy bagdad es posible siempre y cuando consigas el visado

Justo en una colina frente a las ruinas se encuentra el Palacio de Sadam Hussein, creo que no necesita presentaciones pues todos bien sabemos quién fue y lo que representó para Iraq. Hoy en día, este palacio está totalmente abandonado y es punto de encuentro y paseo para los locales. Todavía es visible la magnificencia del palacio, con sus techos pintados y escaleras pomposas. Cada uno de sus espontáneos visitantes han dejado sus huellas, el palacio que ostentó el dictador es ahora un espacio para los amantes del grafiti.

De vuelta a Bagdad, nos dimos un paseo alrededor de la mezquita chiita y su calle principal con sus tiendas locales. Para cenar, comida autentica iraquí: Masgouf, es el pescado carpa de los ríos Tigris y Éufrates hecho a la parrilla con un condimento llamado sumac y limón. ¡Delicioso para los amantes del pescado!

El segundo día lo dedicamos plenamente a la ciudad. Tan poco acostumbrados están al turismo, que he aquí la anécdota del viaje: Uno de nuestros puntos de visita en el programa era entrar en el Monumento de los Mártires de la Guerra Iraq-Irán en los años 80’s. Para nuestra sorpresa el monumento está cerrado a los turistas, sólo los locales acceden para hacerse fotos de fin de graduación o de boda, o algún que otro evento oficial. Y allí nos plantamos, doce turistas de doce diferentes nacionalidades en un mini bus.

El soldado que custodiaba la entrada estaba entre perplejo y maravillado. Pero tenía claras órdenes de no dejar pasar a nadie que no tuviera permiso especial. Pero no nos dimos por vencidos e insistimos en querer entrar. Finalmente, el soldado llamó a su superior en el Ministerio de Defensa y este aprobó la entrada. Entramos eufóricos al monumento, incluido el soldado. Y allí conocí a Zainab, una estudiante recién graduada en filología inglesa en la Universidad de Bagdad. Me pidió que le hiciera unas fotos con su toga y su sombrero donde decía: Dreams to come true (Sueños para hacerse realidad) y le pregunté, «¿cuál es tu sueño?» Ella me respondió: poder viajar como tú haces.

¿Es seguro viajar a Bagdad?

Bagdad ha sido durante muchos años una de las ciudades más peligrosas del mundo por el terrorismo, hoy en día a pesar de la mejora indiscutible, la seguridad sigue siendo frágil y el ejército todavía tienen una presencia muy alta en las calles, claro indicador de que todavía siguen trabajando en mejorar la situación. A pesar de llevar más de cinco años sin atentados terroristas, la seguridad sigue siendo la mayor prioridad del país.

Echa un vistazo a las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores para viajar a Bagdad las cuales son simpre muy restrictivas y cautelosas (demasiado en ocasiones)

Otro de los monumentos de gran impacto fue en la Plaza Zawraa, pues todos recordamos la famosa imagen del 2003 de los soldados americanos derrumbando la estatua de Sadam Hussein y los ciudadanos iraquíes uniéndose a ellos. Hoy encontramos un monumento de una escultura masculina con varios brazos sosteniendo un pilar, esta escultura significa el pueblo iraquí reconstruyendo el país todos juntos para hacer un lugar mejor donde vivir en paz.

Y por último, el Museo de Historia de Bagdad, quizá unos de los museos con las piezas más importantes a nivel arqueológico juntamente con El Cairo de Egipto. Este museo ha sobrevivido a varios bombardeos, y a pesar de haber perdido piezas de gran relevancia histórica, ahí sigue en pie, orgulloso de mostrar las más antiguas esculturas y cachivaches de las más grandes civilizaciones de la humanidad.

Bagdad no deslumbra por su belleza, pues ha sido una ciudad asediada constantemente, la militarización de la ciudad y las ruinas la hacen poco atractiva a los ojos. Pero si algo tiene la ciudad es la vibración típica de las ciudades árabes, el cálido recibimiento de su gente y sobretodo, saber que ha sido un lugar que ha sufrido una de las mayores barbaridades de los últimos 40 años de historia, de los que todos hemos sido testigos a través de los medios de comunicación. Con este duro pasado, no deja de impresionar una vez la pisas.

MONUMENTO DE LOS MÁRTIRES

Está cerrado a los turistas, pero con un poco de insistencia e interés hacia su hisroria, quizá te dejen pasar.

Desde fuera también es bonito y tienes alguna buena fotografía para hacer.

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