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Socotra, un paraíso donde sangran los árboles

En un mundo donde hay pocos lugares inexplorados e intocables, todavía resiste un vestigio casi virgen donde el ser humano sigue fusionándose con la naturaleza. En medio del Mar Índico y cerca de la costa de Yemen, se encuentra la isla de Socotra. En esta isla no pasa el tiempo, se encuentra suspendida entre sus extraños y pre históricos árboles, sus infinitas dunas blancas que eclosionan con aguas turquesas, montanas misteriosas rodeadas de niebla y cangrejos de color azul. Es un lugar extraño, raro, vibrante y bello.

Laia López

  • Equipo: Zoom, retrato y angular 
  • Visado: Obligatorio
  • Presupuesto:  1.500-2.500€*
  • Vacunas: No obligatorias*

En Socotra apenas hay infraestructuras, lo que te empuja a experimentar el lado más aventurero de ti mismo, ya sea durmiendo bajo las estrellas, nadando entre hermosos y coloridos peces, caminando entre montañas de tono rosado cortesía de las flores del árbol botella, buscando una sombra bajo las entramadas ramas del árbol de la sangre de dragón (Dracaena cinnabari, drago o árbol drago de Socotra) adentrándote en enormes cuevas en la espeleología más atrevida, o nadando en piscinas naturales de agua dulce.

No es fácil describir lo que uno puede sentir allí, pero es una mezcla entre libertad y desasosiego, es una vuelta al contacto con lo básico. Es la belleza del lugar lo que lo hace especial, su rareza casi surrealista que hace pensar que en cualquier momento un dinosaurio vendrá a encontrarte. El paisaje te invita a pensar que estos animales no desentonarían en un lugar donde nada ha cambiado en millones de años. Socotra, al estar aislada, ha podido crear y reproducir una tercera parte de su fauna y flora endémica, es por esto que la UNESCO lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

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Viajar a Socotra es como una lotería

La isla pertenece a Yemen y, debido a los acontecimientos de los últimos años con la guerra civil que ha devastado el país, el acceso a Socotra ha sido difícil o imposible.

Aunque la isla de Socotra no ha sido testigo de la guerra y no ha sufrido daños físicos, sí que ha sido víctima de ello de una manera indirecta. El gobierno no ha podido atender a los isleños en cuanto a la entrega de suministros y la única fuente de ingresos que tienen los locales es la exportación de dátiles y la pesca. La isla de Socotra en los últimos años ha tenido idas y venidas con su apertura. Las autoridades yemenís han sido bastante inconstantes en este sentido. Ha habido largos periodos en los que la isla ha sido cerrada al turismo, abriendo para algún corto tiempo y luego cerrándola otra vez.

Así que visitar Socotra es un poco una lotería, en el momento que abren al turismo uno no se lo puede estar pensando por largo tiempo. Hay que estar preparado y priorizar el destino cuando se sabe que se va a poder visitar.

  • Actividades 90% 90%
  • Comida 80% 80%
  • Descanso 90% 90%
  • Seguridad 90% 90%

La isla no está ni siquiera en fase de desarrollo, es básica. Y esto es lo que le da encanto. Hay muy pocos hoteles o eco lodges, y lo que más se estila es el camping libre. Y es así como todos los guías locales invitan a recorrer la isla, con tiendas de campanas itinerantes.

Es quizá uno de los lugares donde el camping libre todavía tiene sentido. Y no tan solo por la falta de infraestructuras sino porque conectar con un lugar tan poderoso hace que la experiencia se eleve y se convierta en vital para muchos. Aún recuerdo abrir la cremallera de la tienda de campaña por la mañana y lo primero que veía era ese azul del mar, resplandeciente, inabarcable, de paz infinita. Me faltaba tiempo para salir corriendo de la tienda y darme el primer baño del día, es la propia imagen del paraíso. Pura felicidad.

Si te gusta la fotografía, echa un vistazo a nuestra sección de fotografía donde resolver tus dudas acerca de técnica o material fotográfico.

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Qué ver en Socotra

Así que estamos en una isla sin apenas infraestructuras, con temperaturas elevadas sobre todo al mediodía… ¿qué hacer? Pues de todo y de nada. Los días pasan rápidos y lentos, apenas podía recordar qué había hecho el día anterior porque habíamos visitado muchos lugares, pero siempre con una sensación de tranquilidad y a cámara lenta. Y si es que algo tiene esta isla es que te mantiene en el momento presente, te libera del estrés, de los pensamientos fluctuantes y rápidos, aligera el peso del alma.

Las distancias entre los lugares de interés son bastante cortas. El recorrido de la isla se puede considerar un road trip porque cada día hacíamos unos tramos en coche, pero no pasábamos más de dos horas de un punto a otro. Las carreteras están bastante decentes debido a la inversión de algunos países del Golfo Pérsico, así que es un viaje en carretera bastante placentero.

1 – Dihamri

Una vez aterrizados en la capital, Haribo, nos dirigimos directamente a Dihamri. Es un área marina protegida en la que con tan sólo poner los pies en la orilla puedes ver multitud de peces de colores. Un equipo de snorkel es obligatorio y también un calzado de agua. El coral y las piedras en la orilla no lo hacen muy cómodo caminar descalzo. Pero lo que realmente impresiona es que el coral sigue estando en buenas condiciones y los peces que se pueden observar son únicos de la isla. Incluso se pueden ver pulpos o mantas.

Si se quiere ver otras especies, se puede hacer buceo, donde es más fácil divisar tiburones (son de tamaño pequeño y totalmente inofensivos si no se les provoca, así que no tengas miedo). Hay un centro de buceo en Dihamri, pero con equipos muy básicos y apenas sin lugar donde cambiarse. Se pueden alquilar los equipos, pero no están en muy buen estado, así que es altamente recomendable traer al menos las gafas, el tubo y las aletas.

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2 – Árboles botella

Después de otro chapuzón mañanero, nuestro destino era llegar a Homhil, pero en el camino nos paramos en varios puntos muy interesantes. Una parte del recorrido era en el desierto de los árboles botella. El color rosa de las flores inundaba el paisaje junto con el color dorado de los troncos regordetes en forma de botella, de ahí su nombre. Estos troncos son de otro mundo, incluso pueden retorcerse o salir de entre las rocas, lo que muestra la resiliencia de esta planta-árbol endógena de Socotra. Tuvimos la suerte de encontrarnos justo en las semanas que la flor florece, recorrimos kilómetros rodeados de color rosa, realmente surrealista.

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Viaja a Socotra desde casa

Con este vídeo que hicimos surante nuestro viaje por Socotra podrás conocer la isla desde la seguridad que da tu silla de casa preferida.

3 – Kalysan

Antes de llegar a la meseta de Homhil, nos acercamos a un cañón llamado Kalysan. Es una piscina natural enclavada en un cañón serpenteante. El agua es fresca y limpia y en temporada alta, después del monzón, hay varias cascadas. Los cangrejitos azules típicos de la isla andan en la orilla haciendo de nuevo que te sientas en otro planeta.

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4 – Homhil y el árbol de la sangre de dragón de Socotra

Seguimos el itinerario hasta la meseta de Homhil que se encuentra en la parte del interior de la isla, en una zona que se puede considerar montañosa.

Allí se encuentra uno de los bosques en los que admirar el árbol de la sangre de dragón. La meseta está llena de estos árboles en combinación con los árboles botella, y es en este momento en el que piensas que no estás en 2021, sino que te encuentras millones de años atrás, en la era de los dinosaurios, donde las plantas y los arboles tenían formas primitivas. Es la primera vez que sentí estar en un lugar totalmente diferente de todo lo que había visto en mi vida. Junglas, selvas, desiertos o montañas hay muchas, pero todos tienen algo en común, algo que es familiar. En Socotra esta familiaridad no existe, es como un escenario inventado por brillantes mentes imaginativas, ¿cómo la naturaleza ha podido mantener durante millones de años este lugar intacto?

Al final de este particular bosque, encontramos uno de los lugares más conocidos de la isla, una piscina natural abocada a un precipicio con vistas al océano que hace, otra vez, que te quedes boquiabierto en esta increíble isla.

El árbol de la sangre de dragón recibe su nombre debido a que tanto las bayas como el árbol rezuman una resina de color rojo oscuro muy parecida a la sangre

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5 – Arher

Después de una exhausta caminata bajo el sol a 40 grados alcanzamos los coches y nos fuimos a Arher. Este lugar tiene dos colores que predominan en la escena: el azul y el blanco. Es difícil mantener los ojos abiertos sobre todo al mediodía, la potente luz del sol hace de este lugar un foco resplandeciente que se combina con las altas dunas de arena blancas frente a un mar azul turquesa transparente. Todo es reluciente, brillante e incluso cegador sin gafas de sol.

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6 – Cueva Al Hoq

Cerca de esta área se encuentra la cueva Al Hoq, la más grande de Socotra. Tiene unos tres metros de profundidad y no hay ningún tipo de infraestructura. En muchas cuevas descubiertas en el mundo se han instalado pasarelas elevadas para facilitar el acceso al visitante junto con luces para iluminar la cueva. En Al Hoq no hay nada de eso, así que es obligatorio llevar una buena linterna ya que está completamente oscuro y es fácil perderse por la inmensidad de la cueva. A parte de esto, nunca sabes que vas a pisar. Visitar Al Hoq se convirtió en una auténtica aventura de espeleología. Llegar hasta allí son unas dos horas de subida por lo que es recomendable empezar antes de que salga el sol ya que el calor puede complicar el ascenso. Es un buen momento para ver otras plantas y árboles de extrañas formas.

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7 – Nogeed

Después de seis horas de trekking nos fuimos a un lugar mágico llamado Nogeed. Y es aquí donde las dunas blancas se besan con el azul turquesa de una manera basta, Arher es tan solo la antesala de lo que es Nogeed. Un desierto blanco que desemboca en un mar de ensueño. Algunos camellos caminando por las dunas hacen que la estampa sea incluso más pintoresca, es como el complemento perfecto a un paisaje surrealista. Ni la mayor imaginación humana puede alcanzar dicha belleza.

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8 – Wadi Dirhur

Seguimos nuestro itinerario y esta vez nos dirigimos otra vez al interior, al Wadi Dirhur. Lo que no sabíamos es que el Wadi se encuentra cerca de un pueblo (que nunca llegamos a ver). Las niñas yemenís van a allí para bañarse y jugar, así que nos encontramos con un grupo de ellas entre 5 y 10 años. Al principio se sentían un poco recelosas, pero tan pronto como nos metimos en una de las piscinas naturales pues el calor era sofocante, se unieron al grupo. El choque religioso y cultural era más que evidente. Mientras nosotras íbamos en nuestros trajes de baño, las niñas se metían en el agua con sus vestidos. Nos tocaban los tirantes de los bañadores, y los hombros. No paraban de reírse. No sé exactamente qué sensación les provocaba, pero que les hacía gracia era seguro. Pasamos una hora con ellas y luego nos fuimos de vuelta a nuestro campamento. El cocinero nos esperaba con la comida lista bajo uno de los árboles dragón en el bosque Diksam. Una montaña de formas suaves salpicada de estos árboles prehistóricos.

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9 – Qalansiya Beach

Y cuando nos creíamos que Socotra ya no puede sorprender más, nuestro guía se sacó un as de la manga. Llegamos a Qalansiya, la segunda ciudad más grande de la isla. Cruzamos la ciudad, todo un polvorín, hasta llegar a una pequeña colina. Nos bajamos del coche ya con los ojos cerrados por petición del guía, y allí sin saber que esperar nos encontramos delante de una de las playas más bellas jamás vistas: Qalansiya Beach. Socotra no tiene absolutamente nada que envidiar a Maldivas.

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10 – Golden Beach

Dormimos en las arenas del paraíso y al día siguiente pusimos la guinda en el pastel. De camino a la llamada Golden Beach, a la que accedimos en barco, buscando delfines nos encontramos con la agradable sorpresa de un tiburón ballena. No nos lo pensamos dos veces y nos lanzamos al agua, y a pesar de no ser la primera vez que nadaba con estos hermosos animales, sentí como si así fuese. Entre nerviosa y feliz, nadé un rato a su lado. Lentamente pude observar los lunares de la piel y las aletas de estas bellas criaturas que desprenden una gran paz mientras nadan sigilosamente y sin prisa a pesar de tener varios humanos a su alrededor.

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GALERÍA DE FOTOS

 Visado para viajar a Socotra

Para entrar en Socotra, que pertenece a Yemen, es obligatorio obtener el visado con antelación el cual sólo se puede conseguir a través de una agencia de viajes local.

Hay que tener en cuenta que actualmente los vuelos a Socotra salen exclusivamente desde Abu Dhabi cada lunes (chárter por El gobierno de Emiratos Arabes y AirArabia).

 Test de Covid para viajar a Socotra

A fecha de agosto de 2021 se exige una PCR negativa para entrar en el país con un máximo de 72 horas antes de volar. Para salir del país se pueden hacer tests rapidos por 25 AED en el hospital principal de Haribo (6 eur aprox) para volver a Emiratos.

De todas maneras, puedes ir comprobando los requisitos de entrada en la página del  Ministerio de Asuntos Exteriores.

 Vacunas

Para viajar a Socotra no es obligatoria ninguna vacuna (no habalmos aquí de la vacuna del Covid19) a no ser que provengas de un país donde la vacuna de la fiebre amarilla es obligatoria para lo que deberás contar con el carnet de vacunación que lo acredite.

Además, como siempre que se visitan países tropicales, en desarrollo o donde las condiciones de salubridad no son las adecuadas, aconsejamos tener al día la vacuna del tétanos, fiebres tifoideas, hepatitis A+B y cólera y rabia debido al número de animales portadores de dicha enfermedad.

Como siempre, no olvides tu seguro de viaje e infórmate acerca de todo lo necesario en cuanto a salud viajera en este artículo.

Mejor época para visitar Socotra

El turismo es estacional en Socotra. Desde Junio a Septiembre hay una especie de monzón y los vuelos se suspenden.

 Dónde dormir en Socotra

El camping es la mejor manera y casi la única. Hay algunos hostales en la capital que están bastante decentes para los estándares de la isla. Al tener que ir obligatoriamente en un viaje organizado, no debe preocuparte este aspecto.

¿Es seguro Socotra?

Por desgracia Yemen no es un país seguro para ir por libre, de hecho no creo que lo puedas hacer como turista, por lo que es obligatorio contar con una agencia especializada en este destino. Al contrario que Yemen, en Socotra reina la paz y la guerra civil parece no afectar a este paraíso, aunque si te paras a leer las indicaciones que marca el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, quizá te plantees el viaje: «SE DESACONSEJA EL VIAJE BAJO CUALQUIER CIRCUNSTANCIA (INCLUYENDO A DESTINOS COMO LA ISLA DE SOCOTRA) Y SE RECOMIENDA A QUIENES TENGAN LA NACIONALIDAD ESPAÑOLA Y QUE SE ENCUENTREN EN EL PAÍS QUE LO ABANDONEN LO ANTES POSIBLE». Las mayúsculas aparecen en el texto original de las recomendaciones.

 Comida

Es muy básica ya que al estar en camping sólo se cocinaba arroz, pasta y pescado fresco a la parrilla. Aunque por supuesto, en ese paraíso fue todo un lujo y una maravilla de menú.

Socotra es un destino al que entrar es muy difícil pero que que una vez conseguido, ofrece tanto en tan poco espacio, que se convierte en un viaje en el tiempo del que quizá no quieras escapar. ¡Buen viaje y buenas fotos!

ESCRITO POR:
Laia López

Fotógrafa y team leader de una de las mejores agencias de viaje de Medio Oriente, Laia recorre los países menos habituales de los circuitos turísticos y nos lo cuenta en TRAVELPHOTO MAGAZINE.