Chad, los Wodabee y el festival de Gerewol

• Equipo: Zoom, retrato y angular 
• Visado: Obligatorio
• Presupuesto:  100-300€ por día*
• Vacunas: Obligatorias*

Sólo la más pura curiosidad por lo lejano y desconocido puede llevarte a un destino como este. Tan sorprenderte como único. No se puede decir que a Chad le preceda una gran reputación, pues todo lo que ha llegado en las últimas décadas a nuestros oídos son conflictos, dictaduras, terrorismo y masiva corrupción. ¿Entonces por qué ir?

El festival Gerewol y la tribu Wodabee

Chad es uno de los países subsaharianos que conforman el hogar de la tribu Wodabee. Los Wodabee, que significa Gente de Tabús, son un subgrupo pequeño proveniente de los fulanis. Es una tribu nómada en busca de pastos cruzando fronteras entre Níger, Chad y Camerún principalmente. Su principal actividad económica es la ganadería de cabras y vacas. Pero lo que realmente caracteriza a esta tribu es el cortejo, el apareamiento entre los jóvenes.

Los wodabee han adoptado parte de la religión islámica con toques animistas ancestrales. Y este proceso de apareamiento es un ejemplo de ello. El festival de Gerewol o también llamado Yake es un espectáculo de danzas y cantos protagonizado por los hombres jóvenes de la tribu. La belleza es casi una obsesión para ellos, y el objetivo final de este festival es encontrar a la que será su futura esposa.

Lo que hace especial este festival es que son las mujeres las que eligen a sus maridos basándose en la belleza y en la destreza de sus movimientos y cantos. Se trata de una danza hipnotizadora en la que la gesticulación facial es el principal centro de atención. Con sonidos guturales y profundos, mueven sus ojos y bocas de tal manera que se puede apreciar la blancura de sus dientes y la esclerótica (parte blanca) de los ojos.

La blancura de estos representa salud y buena higiene, aspectos muy importantes para escoger al futuro marido, así como tener gracia a la hora de mostrarlo. También es llamada la danza de los guerreros, pues a veces simulan que tienen una espada o daga con la que danzan.

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Cuándo se celebra el festival Gerewol

Normalmente el festival de Gerewol se celebra después de la estación lluviosa de septiembre, convirtiéndose en un gran evento turístico. Pero algunos grupos o clanes celebran su propio Gerewol de una manera más íntima. En este caso, tuvimos la ocasión de testimoniar este último. El festival no es tan masivo, pero lo suficiente para impactar al viajero.

La ceremonia, que dura unos tres días, empieza por la mañana. Luego hay un descanso al mediodía-tarde por el sofocante calor y sigue a partir de las cinco de la tarde cuando el sol afloja la intensidad y puede durar hasta las dos de la mañana.

Son horas y horas de cantos, danzas y gesticulación facial que los lleva hasta la extenuación en muchos casos. Se dice que se toman un té especial de hierbas estimulantes para que no se sientan tan cansados y puedan resistir los tres días.

Un viaje en plena pandemia por Chad

El único propósito del viaje era presenciar esta ceremonia, así que una vez aterrizados en N’Djamena, la capital del país y conseguir los permisos para moverse alrededor de este, nos subimos a los 4×4 y tomamos rumbo hacia el sur, en un área que se llama Chari-Baguirmi, a unos 250 km de la capital. Pero dadas las infraestructuras de carreteras que son casi inexistentes, el viaje duró unas 7 horas.

A lo largo del recorrido atravesamos diferentes pueblos y asentamientos. Entre lo que pudimos ver en la capital y en el trayecto, puedes formarte una idea de la situación social, económica y política del país. No muy alentador. A parte de la omnipresencia de Organizaciones internacionales como la ONU y ONG’s.

Llegamos a nuestro campamento, el cocinero y sus asistentes nos esperaban allí con las tiendas montadas y un baño improvisado en medio de la sabana africana, con ducha portátil incluida.

Acampamos a unos 100 metros de donde acampaban ellos. Así que estábamos rodeados de vacas, cabras, burros y caballos en medio de la nada. Por suerte algunos árboles alrededor con buena sombra nos sirvieron para sofocar un poco el calor del medio día. Al principio, nos recibieron entre curiosos y tímidos, manteniendo cierta distancia, pues desde hacía más de un año no veían a viajeros debido a la pandemia.

El día a día de la tribu Wodabee

La vida empieza temprano por las mañanas en los campamentos, así que decidimos ir a ver el “poblado” con nuestro traductor justo al amanecer. Invitados por el jefe de la tribu, llegamos justo cuando las mujeres estaban preparando el desayuno, los hombres se desperezaban y algunos niños todavía seguían durmiendo. Lo más sorprendente es que no tienen casa, tal como nosotros entendemos el concepto de casa o de hogar. Al ser nómadas no construyen, pero tampoco tienen tiendas de campaña, duermen a la intemperie. La única construcción que tienen es como una especie de cubículo que lo utilizan como almacén para los cachivaches de cocina.

Nos paseamos por allí, pero sentimos que estábamos invadiendo su territorio. Al no tener casas, la privacidad no existe, y quizá para ellos sea normal y lógico el compartir, el ser visto todo el tiempo. Para nosotros fue como invadir su intimidad, concepto que quizá no exista para ellos. Nos recibieron con sonrisas, pero aún así y todo, nos sentimos un poco abrumados. Nos fuimos a nuestro lado del campamento con sonrisas y agradecimientos, pero con una sensación rara. Después del desayuno los hombres se ponen manos a la obra con los preparativos de la ceremonia.

Preparativos de la ceremonia Gerewol

Nos acercamos cámara en mano. Los preparativos, cómo vestirse, maquillarse, peinarse… son un ritual y una ceremonia en sí. Usan los recursos que la naturaleza les proporciona. Para la base de maquillaje, una especie de piedra arenosa rojiza o amarillenta con lo que crean una especie de pasta. Para los labios o detalles en negro, usan las cenizas del fuego. Se pueden adornar la cara con ungüento blanco con diferentes dibujos, ya sean flores, puntos o líneas creando una especie de máscara en la cara.

Los vestidos varían dependiendo del clan, pero los que nosotros visitamos eran relucientes, brillantes, con lentejuelas de diferentes colores. Nos preguntábamos dónde los habrían obtenido. Acompañados de diferentes complementos como collares, sombreros, brazaletes o adornos para la cabeza, el resultado final es de una gran majestuosidad y elegancia.

Normalmente la ceremonia de la mañana es más bien como un entrenamiento de lo que será por la tarde-noche. También se incluye una carrera de caballos en el festival. Los jinetes vienen de otras partes para mostrar a las mujeres lo buenos, rápidos y feroces que son a lomos del caballo. De esta forma, se combinan los bailes con las carreras.

Para mí personalmente, el mejor momento del día era al atardecer. El ambiente que se crea alrededor de la sabana es estremecedor. Los hombres en sus trajes relucientes, y los sonidos de sus cantos mientras gesticulan mostrando sus destrezas en frente de hermosas mujeres ante la siempre bellísima puesta de sol africano.

Las mujeres Wodabee son muy elegantes y hermosas. El cuidado y la imagen son muy importantes para ellas. Se puede observar en sus peinados, los adornos de la cabeza, las joyas y los tatuajes en la cara. Esta última es su principal característica y lo que las define como Wodabee. Es un orgullo para ellas llevar esos tatuajes, tiene un significado de pertenencia a la tribu. Desde que son muy pequeñas la familia las introduce al arte del tatuaje.

Gerewol, uno de los mayores atractivos de Chad

Una vez que empieza la ceremonia los hombres se colocan en dos o tres filas y las mujeres se colocan enfrente. Es curioso verlas cómo observan, analizan y cuchichean entre ellas. Después de unas cuantas danzas, los hombres forman un círculo donde siguen bailando y cantando, y las mujeres forman otros círculos bailando y dando palmas entre ellas.

Una vez que anochece se toman un descanso. Y ya en la entrada noche, inician otra vez la ceremonia con una atmósfera completamente diferente. Aunque los bailes y los cantos son los mismos, toma un aspecto totalmente diferente a esta hora. Para iluminar las caras, y que sean visibles los ojos y los dientes, encienden una hoguera en los que los chicos danzan alrededor. También en algunas ocasiones usan linternas para enfocar directamente en la cara. Es por la noche cuando la ceremonia es más duradera, unas cinco horas sin parar. Todas las noches nos íbamos a dormir con sus cantos como telón de fondo.

Así pasamos los cuatro días que estuvimos con ellos. La última noche se acercaron con un par de trajes para que dos compañeros del grupo se unieran con ellos a bailar. Fueron maquillados y vestidos como auténticos guerreros Wodabee e hicieron su aparición estelar con los Wodabee reales. Causaron furor. Los niños no paraban de reír y las mujeres los miraban entre sorprendidas y desconfiadas al principio, pero luego se relajaron al ver que no eran candidatos reales para ser elegidos.

La ceremonia que sirve para elegir marido

Una vez que la chica ha elegido, las respectivas familias inician las conversaciones para llegar a un acuerdo. No se anuncia públicamente la elección. Se mantiene en privado. Pero hubo un gesto que me hizo bastante gracia. Entre las chicas, había una que se llama Dudu, y desconozco el motivo, pero siempre me seguía y me pedía que le hiciera fotos. Nos pasábamos casi todo el día juntas, no nos entendíamos por el idioma, pero con la sonrisa y los gestos sabíamos que queríamos decir la una a la otra.

Una de las veces que estaba fotografiando a los chicos, empecé a chequear las fotos en la pantalla de la cámara y de repente Dudu me señaló a uno de los muchachos y entonces se señaló a ella misma. Había una clara barrera de idioma. Pero Dudu lo que me dijo con ese gesto es que ella había elegido a ese chico que estaba en la pantalla de mi cámara fotográfica. Yo le repetí, señalando a ella y luego al chico, y me asintió con la cabeza. Dudu había conseguido marido.

Chad es uno de los países con más camellos del mundo

A parte del festival en sí, también tuvimos la oportunidad de visitar un pequeño pueblo cerca del campamento. Este pueblo alberga el mercado más grande de la zona y se celebra cada martes. En el camino hacia el mercado pudimos ver centenares de camellos siendo Chad considerado como uno de los países con mayor número de camellos en el mundo.

Al mediodía al hacer tanto calor nos íbamos a una especie de lago tan solo a 7 km del campamento. Y para nuestra sorpresa era el lugar donde los niños iban a bañarse y a pescar para la cena. Es increíble cómo tan solo con las manos pueden atrapar los peces, algunos bastante pequeños cabe decir. Una vida muy básica, tranquila y sin grades expectativas, así es como viven los niños en el Chad, tan solo en el presente, que es lo que realmente cuenta.

El último día, cuando empezamos a recoger el campamento, toda la tribu se acercó para decirnos adiós. Fue un momento bastante emotivo, pues en 4 días se convirtieron un poco en nuestra familia. Ya cuando estábamos en los 4X4 saliendo del campamento vi a Dudu correr hacia mi coche, bajé la ventanilla, extendí mi mano y ella la tomo entre la suya mientras gritaba mi nombre y corría siguiendo el paso del coche. Nunca pudimos intercambiar una palabra que pudiéramos entender, pero a veces no hace falta hablar el mismo idioma para sentir una conexión especial con alguien.

N’Djamena, la capital de Chad

Volvimos a N’Djamena. Otras siete horas de masaje africano gracias a las carreteras, por así llamarlas. Como he comentado anteriormente, la capital no ofrece mucho que ver, y tampoco es un lugar agradable para pasear. Pero a las afueras, a unos 10km, se encuentra la ciudad de Gaoui, la que fue entonces la capital de la civilización Sao y actualmente es un punto interesante a nivel arquitectónico, con las casas pintadas y con cierta estructura bastante original. Nos dimos una vuelta por el museo, un tanto destartalado, pero el guía y cuidador del museo lo explicaba todo con tanta pasión que el pequeño museo nos pareció una joya que vale la pena visitar.

Hay destinos que a pesar no parecer muy atractivos a primera vista pueden llegar a sorprender de manera muy positiva. Por empezar, la cálida acogida de los Wodabee, su manera de vivir y su cultura fue un impacto para nosotros. Pero los chadianos, a pesar de ser uno de los países más pobres y corruptos del mundo, son gente que no pierden la sonrisa.

No sabemos cuánto tiempo más estas ancianas tradiciones perdurarán, pues estamos en la era en que todo cambia demasiado deprisa, en la que las tribus se occidentalizan y muchos las abandonan para irse a vivir a la ciudad y trabajar a cambio de un salario. Me sentí muy afortunada de poder vivir una experiencia de este calibre, es de estos tipos de viajes que quedan marcados en la memoria para siempre.

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