Dueña de venta de madera en Varanasi. Foto de Israel Gutier.
Delhi de noche: Es como estar en otro mundo
Episodio 4
Era algo que no había vivido nunca. A pesar de que mi domicilio habitual se encontraba en el centro de una gran ciudad y mi vida nocturna siempre fue ajetreada. Esto era totalmente diferente. Por muchas palabras que emplee, fotografías o vídeos, no hay nada como vivirlo en primera persona y quizá este relato os quiten las ganas de conocer esta inmensa ciudad. No me hagáis caso. Delhi y su ambiente nocturno merece la pena. Después de esto, estarás preparado para moverte por cualquier parte del mundo.
Las vacas mañaneras seguían en su sitio por la noche. Los perros las acosaban y aunque lo normal es que salieran huyendo, algunas se enfrentaban a los canes ofreciendo un espectáculo que en otros lugares significaría el pago de una entrada. La gente mostraba indiferencia. El único público de tan delirante batalla era yo. Y me tenía totalmente conquistado el corazón.
Pero más delirante si cabe era la actitud de las ratas, que al más puro cow style cruzaban las calles sin ninguna prisa ni miedo, quizá debido a su tamaño. Al principio creía que eran gatos. Menos mal que cuando viajo trato de no acercarme mucho a los animales cuando no les conozco. La vacuna de la rabia que llevaba en el interior de mi cuerpo no habría sido suficiente.
El polvo caído durante el día por el trasiego de caminantes y medios de transporte se convertía en barro con una ligera llovizna. La gente buscaba sitio donde pasar la noche mientras las tiendas de comida y de vetetúasaberqué iban cerrando y limpiando su zona de acción. La verdad es que si les llego a enviar alguno de los vídeos -que podéis ver al final de este artículo- a mis padres, hubieran preparado mi velatorio de manera inmediata.
A pesar de ser el único occidental que caminaba por sus calles, la sensación de inseguridad no existía. Cada uno iba a su historia. Me ofrecieron marihuana, cocaína y éxtasis en un par de ocasiones. Lógicamente dije que no, pero quizá alguna sustancia de las ofrecidas me habría ayudado a entender mi paseo de una manera distinta, porque hasta ahora no entendía nada. Falta de costumbre como me di cuenta pasadas unas semanas.
Deambulaba sin conocimiento durante la noche por Delhi. Tengo muy buen sentido de la orientación y poco miedo ante lo desconocido. Pero sí respeto. Aunque mis ganas de descubrir mediante la exploración callejera y la confianza de que un turista pertenecía a una de las castas más respetadas de India, me hacían dar un paso más. Una fiesta con música electrónica en un callejón. Perros persiguiendo a un niño. Otro ofrecimiento de drogas. Más callejones oscuros. Locales de sospechosas lucecitas de colores. Gritos a lo lejos. Estampidas de vacas callejeras. Más ratas enormes que se cruzaban en mi camino y me desafiaban con su mirada. Y gente. Mucha gente sin rostro que tan pronto se acercaban a mí como salían huyendo a voces.
La noche en Delhi es como estar en otro mundo.
ESCRITO POR:
Bruno Lakkika
Escritor, periodista y viajero que consiguió llevar a cabo el sueño de muchos de nosotros: vivir viajando.
Más artículos de Bruno Lakkika:
Excelente contenido.
Hello there! This post could not be written any better!
Reading this post reminds me of my previous room mate!
He always kept chatting about this. I will forward this article to him.
Pretty sure he will have a good read. Thanks for sharing!
Un post fantástico, así da gusto leer, gracias por compartir