Mi primer autobús en India
Episodio 12
Deluxe es un término que se suele usar para identificar un producto o servicio de alta calidad. Un servicio o producto de lujo vamos. En India esto no es así, os lo aseguro.
Me encontraba en la estación de autobuses de Jodhpur desde donde me dirigiría a Udaipur. Había diferentes autobuses que salían hacia mi destino y uno de ellos era un poco más caro porque era el servicio Deluxe. La diferencia de precio era tan sólo de un par de euros, por lo que decidí tirar la casa por la ventana y disfrutar cómodamente de las siete horas que podría durar el trayecto.
Mientras esperaba que mi autobús llegase a la vía de salida, pensé que quizá estaba retratando los lugares que llevaba conocidos hasta el momento de una manera un tanto excesivamente realista en lo vivido y que podría dar un equivocada impresión. India es un país sucio sí. Hay plásticos por todos lados, incluso en zonas donde no hay pueblos ni gente que pudieran generar dichos residuos. Tampoco se controla bien la limpieza de las calles y la organización es caótica así como la educación básica de muchos de sus habitantes. La higiene alimenticia brilla por su ausencia al igual que el urbanismo y la amabilidad de este hacia el ciudadano, pero es un país increíble. Único.
India tiene lugares maravillosos que hacen olvidar las cosas malas y desde luego parece que están luchando por deshacerse de lo «feo» para conseguir pueblos más agradables y cómodos donde vivir. También tiene una gente muy amable y curiosa y por supuesto hay zonas de alto poder adquisitivo donde todo luce como si fuera nuevo cada día. Del sistema de castas, de los derechos de los más desfavorecidos y de la idiosincrasia de su pueblo no me corresponde hablar en este capítulo, pero es que en India hay muchos indios.
Con casi 1.400 millones de habitantes, se prevé que India supere a China en los próximos años, lo que supone un verdadero reto para las infraestructuras y servicios del país. El ir y venir de la gente por cualquier sitio es algo de difícil comprensión pero a la vez genera una sensación mística. Porque India es un país muy espiritual al que acude mucha gente que quiere conocerse así misma y encontrar su yo en relación con la galaxia. Creo entonces que los puntos a favor son mayores que los puntos en contra, pero esto no quita la realidad de sus situación al igual que mi amor por su tierra. India es un país al que viajaría todos los años, por no hablar de la fotografía, que según mi amigo y compañero de viaje, el fotógrafo Israel Gutier, es un destino en el que conseguir sí o sí, alguna buena foto para llevarte a casa.
Así descubrí cómo es viajar en autobús en India
Dejé mi mochila en lo alto del autobús ayudado por un trabajador de la compañía y pasé a sentarme en mi sitio numerado. Ya estaba ocupado. Traté de explicar a la señora que ocupaba el asiento que en realidad me correspondía a mí y no obtuve más respuesta que el disimulo. No me importaba, podría sentarme en otro asiento pero no quería que después viniese su dueño y me echase de allí. por lo que decidí hablar con el conductor. Tras tratar de explicarle la situación, entendí que podía sentarme en cualquier sitio, así que decidí irme al final, donde me sentaba de pequeño al ir al cole y tener de esta manera una visión global de lo que fuese ocurriendo durante el trayecto.
Los asientos eran blandos y estaban tapizados con una tela similar al terciopelo que no había sido limpiada más que el día de su inauguración. El suelo parecía haber corrido la misma suerte y había restos de lo que parecía sangre mezclada con grumos de algún tipo de alimento. Este viaje de lujo me iba a gustar.
ESCRITO POR:
Bruno Lakkika
Escritor, periodista y viajero que consiguió llevar a cabo el sueño de muchos de nosotros: vivir viajando.
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